El cardiólogo y electrofisiólogo doctor, Edson Hernández, explica que si bien la arritmia durante el embarazo es benigna en hasta el 70% de los casos, puede volverse de riesgo. Los casos más peligrosos se presentan principalmente en mujeres mayores de 40 años y en aquellas sin un control adecuado de comorbilidades, como hipertensión arterial, diabetes e hipotiroidismo. Hernández hace énfasis en la necesidad de confirmación médica para evitar complicaciones graves, como taquicardia, insuficiencia cardíaca o incluso, un paro cardíaco.
Es crucial aclarar que esto no es un llamado a la alarma, sino a la supervisión ginecobstétrica rigurosa de las arritmias. Estas condiciones pueden manifestarse en el tramo final de la gestación y, excepcionalmente, hasta 40 semanas posparto. Se propician por los cambios fisiológicos del embarazo, como el mayor volumen sanguíneo y la restricción de la movilidad del diafragma que compromete la respiración.


Hernández precisa que ante la sospecha se debe tener el seguimiento no sólo del ginecobstetra, sino también del cardiólogo y hasta endocrinólogo, especialistas con una excelente comunicación para garantizar el exhaustivo monitoreo.
Un buen control es clave para prevenir arritmias
Además del control obligatorio de esas comorbilidades, los especialistas tranquilizan a la madre dándole la seguridad de que el tratamiento no atraviesa la barrera placentaria y no afecta al feto, con los llamados betabloqueantes, principalmente para controlar los valores de la tensión arterial.
Los especialistas siempre van a trabajar en función de llevar el embarazo a buen término y ante los riesgos, con posibilidad de adelantarse, se espera la confirmación del ginecobstetra tratante sobre la maduración de órganos del feto. Siempre atendiendo la particularidad de cada caso, en función de la vida de la madre e hijo.
«Lo indispensable es intervenir a tiempo y evitar ese peligro letal por arritmia, por la hipertensión arterial previa o aquella inducida por el embarazo, con posible preeclampsia», finalizó el doctor Hernández.