EFE | LA PRENSA DE LARA.- Bolivia festejó este martes la decisión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de declarar la fiesta de San Roque como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y comenzarán a trabajar en el plan de salvaguarda de esta festividad.
«Es grato para el Estado Plurinacional celebrar la inscripción a la Unesco de la Fiesta Grande de Tarija San Roque, que permitirá fortalecer las prácticas y creencias ancestrales en el marco de la unidad de nuestros pueblos», manifestó la ministra de Culturas de Bolivia, Sabina Orellana, en su participación virtual en la sesión de la Unesco.
Ese ministerio realizó un acto en La Paz para confirmar y anunciar la decisión del organismo de inscribir a la festividad de San Roque a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que postulaba entre otras 45 candidaturas.
Orellana manifestó que es una «misión cumplida» del Gobierno de Luis Arce el lograr esta declaratoria que pone a esta festividad en los ojos del mundo e invitó a la población y a los extranjeros a visitar Tarija, ubicada en el sur del país, para conocer esta fiesta.
La autoridad añadió que ahora toca trabajar en el plan de salvaguarda de esta festividad, lo que se hará tan pronto llegue la certificación oficial de la inscripción al país.
La Fiesta Grande de Tarija en honor a San Roque, que se celebra todos los años en los meses de agosto y septiembre, incluye la realización de procesiones religiosas, festivales de música y bailes típicos como los chunchos que llevan una indumentaria de colores y un tocado con plumas que les cubre la cabeza y que bailan al ritmo del tambor.
En esta festividad religiosa se realizan procesiones por las principales calles tarijeñas, se organizan visitas a la catedral, hay cantos, música y baile, además los vecinos adornan los templos y vías en esa ciudad.
Varios bailarines, devotos e investigadores de esta festividad realizaron una vigilia en Tarija para esperar la determinación de la Unesco.
La Unesco ha reconocido en Bolivia antes otros bienes culturales como patrimonio inmaterial, entre ellos, el Carnaval de Oruro, uno de los más llamativos de Suramérica, y la «cosmovisión andina» de los médicos indígenas kallawayas.
También ha reconocido la festividad «Ichapekene Piesta», el «Pujllay» y el «Ayarichi», dos muestras de música y danza ancestrales de la cultura yampara dedicadas a la lluvia y la temporada seca, y la festividad de la Alasita, la feria de los deseos en miniatura.