LA PRENSA.- El presidente de Brasil, Michel Temer, recibió este lunes 27 de noviembre el alta hospitalaria tras ser sometido la noche del viernes pasado a una angioplastia en tres arterias coronarias que tenía prácticamente obstruidas, informaron fuentes médicas a EFE.
El mandatario, de 77 años, abandonó en helicóptero el hospital Sirio-Libanés, en Sao Paulo, donde ha permanecido ingresado por poco más de dos días tras someterse a un cateterismo cardiaco que constató una obstrucción del 90 % en las tres arterias tratadas.
El equipo médico realizó entonces una angioplastia para restablecer el flujo normal de sangre y además, le implantó en dos de las arterias operadas un “stent” (endoprótesis vascular), un tubo de malla metálico, para ayudar a impedir que se cierren de nuevo y evitar así el riesgo de infarto.
Desde la operación, Temer ha presentado un cuadro de salud “estable” y con el alta, que ha recibido hoy a las 10.00 hora local (12.00 GMT), ya puede retomar sus “actividades normales”.
La idea es que vuelva a Brasilia esta misma tarde, donde tenía previsto un encuentro con el presidente boliviano, Evo Morales, pero que tuvo que ser aplazado debido al procedimiento por el que ha pasado su par brasileño.
Los problemas coronarios de Temer fueron detectados a principios de octubre pasado, y entonces los médicos optaron por evitar una operación y tratar la obstrucción arterial con medicamentos.
Antes del cateterismo, Temer pasó primero por una revisión para evaluar el resultado de una cirugía que le fue realizada en la próstata hace un mes para corregir otra obstrucción, pero en esa ocasión urológica.
La intervención en la próstata, que ocurrió el pasado 28 de octubre, ya había obligado a aplazar un encuentro en Brasilia entre Temer y Morales, quien tenía previsto visitar Brasil el día 30.
Temer no tiene compromisos oficiales marcados para este lunes, pero tiene la anunciada reforma ministerial de su gabinete, que según fuentes políticas, pudiera afectar a 17 de sus 28 ministros.
La semana pasada, Temer inició esa reforma del Ejecutivo al dar paso a Alexandre Baldy como ministro de Ciudades, en sustitución de Bruno Araújo, cuya formación, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se encuentra en medio de un fuerte debate interno sobre si desembarcar o no del Gobierno.