Desde el fin de semana del 7 y 8 de junio, las protestas contra las redadas realizadas por funcionarios de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) comenzaron en California y rápidamente se extendieron a otras ciudades del país, como Nueva York, Chicago, Washington y Filadelfia.
Las manifestaciones iniciaron el viernes 6 de junio en Los Ángeles, donde los ciudadanos salieron a las calles para expresar su rechazo a las redadas en la zona. Debido a la magnitud de las protestas, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para dispersar a los manifestantes. A pesar de ello, el gobierno afirmó que continuará con el programa de deportaciones mediante redadas.


Uno de los motivos que ha impulsado estas movilizaciones es la detención del dirigente sindical David Huerta, quien fue arrestado el 6 de junio mientras protestaba en contra de una redada y denunciaba la violación de derechos humanos de los migrantes. Aunque Huerta ya fue liberado, enfrenta cargos de conspiración por presuntamente obstruir a un agente federal.
Los manifestantes bloquearon la entrada del edificio de ICE
Las protestas no se limitaron a California. El miércoles 11 de junio, en varias ciudades como San Francisco y Los Ángeles, miles de personas volvieron a salir a las calles. En Nueva York, los manifestantes bloquearon la entrada del edificio de ICE en Federal Plaza, ondearon banderas de países como México, Cuba y Palestina, y gritaron consignas en español. La presencia policial fue fuerte, y se reportaron cientos de detenciones en esas movilizaciones.
En otras regiones, las protestas también fueron numerosas. En Texas, el gobernador Greg Abbott anunció el despliegue de la Guardia Nacional en toda su jurisdicción para mantener el orden, ante la confrontación que se ha registrado en varias localidades. En Los Ángeles, la alcaldesa Mayor Bass estableció un toque de queda desde la noche del 10 de junio hasta las 6:00 a.m. del día siguiente, y se reportaron 25 personas detenidas por violar esa medida.
En total, se estima que las protestas se han desarrollado en más de 20 ciudades de Estados Unidos, con manifestaciones que han sido tanto multitudinarias como pequeñas. La tensión continúa en un momento en que la política migratoria en el país sigue siendo un tema muy controversial y de gran impacto social.

