LA PRENSA DE LARA | EFE.- El papa Francisco afirmó hoy que «la trata de personas es violencia» y una herida profunda en el cuerpo de la humanidad, y animó a las mujeres y a los hombres a combatir «todas las formas de esclavitud y explotación».
«Hay muchas mujeres que tienen el coraje de rebelarse contra la violencia. Los hombres también estamos llamados a hacerlo, a decir no a toda violencia, incluida la que se ejerce contra las mujeres y las niñas», dijo Francisco en un vídeo publicado con motivo de la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, promovida por la Unión Internacional de Superioras Generales y la Unión de Superioras Generales.
Este año el tema es «El poder del cuidado. Mujeres, economía y trata de personas» y Jorge Bergoglio señaló que invita a reflexionar sobre «la condición de mujeres y niñas, sujetas a múltiples formas de explotación, incluyendo los matrimonios forzados, la esclavitud doméstica y la laboral».
«Juntos podemos y debemos luchar para que los derechos humanos se expresen de forma específica, en el respeto a la diversidad y en el reconocimiento de la dignidad de toda persona, teniendo en cuenta de manera particular a quienes ven vulnerados sus derechos fundamentales», sostuvo.
Alentó a las sociedades a indignarse con la violencia y a comprometerse a combatir la esclavitud y la explotación, sin miedo «a la soberbia de la violencia» y sin rendirse a «la corrupción del dinero y el poder».
Francisco criticó que miles de mujeres y niñas «son víctimas de trata cada año» y «denuncian las dramáticas consecuencias de los modelos relacionales basados ??en la discriminación y la sumisión», y lamentó que las sociedades actuales no reflejan «que las mujeres tienen la misma dignidad y los mismos derechos que los hombres».
Opinó que «doblemente pobres son las mujeres sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque muchas veces se encuentran con menos oportunidades de defender sus derechos» y subrayó que la trata «a través de la explotación doméstica y sexual, devuelve violentamente a mujeres y niñas a su supuesto rol de subordinadas a la prestación de servicios domésticos y sexuales».
«A su rol de proveedoras de cuidados y de placer, lo que propone un patrón de relaciones marcadas por el poder del género masculino sobre el femenino», prosiguió.
Finalmente, hizo un llamamiento para que las mujeres y las niñas «se comprometan con la transformación y el cuidado, en la escuela, en la familia, en la sociedad», pero también a los hombres y niños para que participen en este proceso.
«Cuidar, juntos, hombres y mujeres, es el llamado de esta Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata: juntos podemos hacer crecer una economía del cuidado y contrarrestar con todas nuestras fuerzas todas las formas de explotación de la trata de personas», concluyó.