AP | LA PRENSA DE LARA.- En un Mundial marcado por la controversia en lo político, no sorprende que el estilo de los aficionados en Qatar haya suscitado polémica.
Olviden las clásicas camisetas con los colores de las selecciones. Las calles de Doha se han transformado en una caótica pasarela de moda.
Hinchas de todo el mundo lucen reinterpretaciones de los tradicionales tocados y túnicas de los países del Golfo Pérsico. Las mujeres occidentales han probado los hiyabs. Los aficionados ingleses se han puesto disfraces de cruzados. Otros con un perfil más activista han enviado su mensaje con accesorios con los colores de arcoíris en un país que penaliza la homosexualidad.
El estilo de los aficionados ha suscitado desde diversión a indignación entre los habitantes del pequeño emirato musulmán, que no había vivido nunca nada ni remotamente parecido al espectáculo de la Copa del Mundo.
Gavin Coetzee, de 60 años, admite que si se le fotografiara en una fiesta de Halloween en su ciudad, Ciudad del Cabo, Sudáfrica, su vestuario podría ser malinterpretado e incluso considerado ridículo. Le pidió a un sastre que cosiera cuatro banderas africanas a un ghutra y a una toba árabe, una túnica larga y floja que los hombres qataríes visten de un color blanco nuclear.
«No me pondría esto en un país occidental», dijo mencionando la mayor sensibilidad cultural existente en la región. Pero para su sorpresa, su traje ha causado sensación y elogios entre los locales en Qatar.
«Quería sumergirme en la cultura. Es divertido probar cosas nuevas», dijo el venezolano Ricardo Palacios, de 41 años, vestido con un tocado de cuadros rojos y blancos. «Los lugares están sorprendidos (…) de que alguien con una camiseta de España se ponga esto».
Según contó, la única queja de los qataríes por el momento es que «no sé como ponerlo bien». Algunos lo pararon por la calle y le recolocaron la prenda de forma correcta. Videos parecidos se han hecho populares en las redes sociales.
Naji al-Naimi, un ciudadano qatarí que forma parte de la junta directiva de Majlis al-Dama, un animado local de café y backgammon en el mercado al aire libre de Doha, apuntó que no le molesta ver a docenas de extranjeros vestidos con su traje nacional. Por el contrario, cree que la tendencia es entrañable y es comparable a cuando los ciudadanos del golfo usan jeans o traje en sus viajes a Europa.
Entre las visitantes no musulmanas hasta el hiyab, el tradicional pañuelo musulmán que es una muestra de piedad hacia Alá, se ha convertido en tendencia durante el Mundial. En internet, videos muestran a mujeres extranjeras en las calles de Doha tapadas con vistosos pañuelos, afirmando que se sienten seguras y guapas.
Pero hay otros estilismos que no han sido tan bien recibidos, especialmente los disfraces de cruzados de algunos aficionados ingleses. Los trajes, con una armadura de cota de malla, casco de plástico y un escudo con una cruz, son un guiño a la conquista cristiana de Tierra Santa entre los siglos XI y XIII, que enfrentaron a europeos y musulmanes. Durante la fase de grupos, la seguridad de los estadios les impidió acceder al estadio vestidos así.
Fuente: AP