LA PRENSA DE LARA | EFE.- Los expertos en buceo de la Armada boliviana continúan la búsqueda de dos personas reportadas como desaparecidas tras el desbordamiento de un río en el norte del departamento de La Paz que hasta el momento dejó cinco fallecidos, incluido un colombiano.
Las lluvias registradas en los dos últimos días en la localidad de Mapiri, en la provincia paceña Larecaja, no han permitido «hacer un trabajo permanente y sostenido», pero los equipos de rescate continúan en la zona en busca de los dos desaparecidos, dijo a los medios el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
«La información oficial que tenemos es que son siete las personas desaparecidas, se ha encontrado a cinco (fallecidos) y estamos buscando a dos», indicó.
Uno de los cinco fallecidos era un ciudadano colombiano de 51 años que estaba casado con una boliviana, agregó.
El desbordamiento del río se registró la semana pasada en Mapiri, uno de los municipios del norte de La Paz conocidos por la intensa actividad minera, a veces ilegal, para la explotación de oro en los ríos de la zona.
Además de los decesos y desaparecidos, la riada también dejó 20 familias damnificadas, según Calvimontes.
La época de lluvias en el país suele iniciarse en noviembre y normalmente se extiende hasta marzo, con mayor intensidad en enero y febrero.
Ante el inicio de esta temporada, el viceministro señaló que ya se ha iniciado la coordinación con Gobiernos departamentales y municipales en las zonas donde «tradicionalmente se originan intensas lluvias, desbordes e inundaciones».
En concreto, se coordinan acciones en el norte integrado de Santa Cruz, una de las principales zonas agrícolas del país, el Trópico de Cochabamba y la Cuenca Taquiña en la región central de Cochabamba, indicó.
«Allí se están haciendo trabajos de coordinación y de prevención, especialmente en el manejo de los caudales de los ríos construyendo defensivos y haciendo el dragado de los ríos para evitar que los mismos puedan ocasionar daños mayores», precisó.
Calvimontes agregó que en este momento corresponde que los Gobiernos subnacionales asuman medidas administrativas con declaratorias de alerta, emergencia o desastre, según corresponda, antes de llegar a una declaración de la emergencia nacional para gestionar los desastres que se presenten por las lluvias.