LA PRENSA DE LARA | Agencias.- Este martes se lleva a cabo en Cuba la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), con la participación de varios jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe.
El tema central de este encuentro presidencial, que se lleva a cabo en el Palacio de la Revolución, en La Habana, es la búsqueda de acciones y estrategias para afrontar los efectos de la pandemia en la región, que ha sido la más golpeada, y proponer acciones concretas dirigidas a los países más desfavorecidos, ante la entrada en la «nueva normalidad» o pospandemia.
La semana pasada, la viceministra cubana de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, dijo que esta será una «buena oportunidad» para evaluar las «acciones para garantizar la paz y la estabilidad» en la región y la «concertación política para impedir la intromisión en los asuntos internos», según una entrevista de la Presidencia de Cuba.
En esta oportunidad se conmemora el 17 aniversario de la fundación de este mecanismo económico y de cooperación surgido en La Habana, el 14 de diciembre de 2004, por iniciativa de los fallecidos presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro.
Desde el pasado domingo han arribado a la isla representantes de Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Venezuela. Además de los tres invitados especiales Haití, Siria y Surinam.
En la capital cubana ya se encuentran el presidente venezolano, Nicolás Maduro; el boliviano, Luis Arce; el nicaragüense, Daniel Ortega; el primer ministro de Granada, Keith Mitchell; el jefe de Gobierno de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, entre otros.
El ALBA y la pandemia
En una rueda de prensa celebrada el lunes, el secretario ejecutivo del ALBA, Sacha Llorenti, adelantó que en este encuentro se propondrá un plan de trabajo que deberá ser revisado por los jefes de Estado y de Gobierno y luego se hará una evaluación del último año, luego del pasado encuentro que se realizó de manera virtual.
Llorenti recordó que el ALBA creó un fondo humanitario de dos millones de dólares para que los países de la alianza pudieran adquirir vacunas. Además, habilitó un puente aéreo para el traslado de personal médico y de vacunas, insumos médicos y fármacos.
El secretario de la alianza comparó la actuación de este mecanismo con la que se observó en EE.UU. y miembros de la Unión Europea, donde los países «utilizaban prácticas de piratería para apropiarse de equipos de bioseguridad o de respiradores a principio de la pandemia».
«Esa es una diferencia esencial y radical del ALBA, como una alianza para la vida y lo que significa la lógica del capitalismo que es el sálvese el que pueda», agregó.
Por otro lado, se refirió a la desigual distribución de los antígenos, que fueron acaparados por los países más ricos, y habló del desarrollo de los cinco candidatos vacunales por parte de Cuba, a pesar de sus limitaciones debido al bloqueo económico de varias décadas.
Llorenti manifestó que, a pesar de la crisis por el coronavirus, la alianza se había fortalecido y que los desafíos fueron abordados con «la integración, la solidaridad, la complementariedad».
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