Cuando los científicos se enteraron de que en 2020 habían capturado en Camboya un pez grande y misterioso, su emoción se despertó. Se preguntaron si podría tratarse del “fantasma del Mekong” (pez fantasma), un pez escurridizo que no se había visto desde 2005 y que se temía que estuviera extinto.
Las fotografías del pez y sus rasgos característicos (una boca de forma extraña y una protuberancia en la mandíbula) parecían confirmarlo.
Pero el pez, que puede llegar a pesar hasta 30 kilos, fue vendido antes de que los científicos pudieran examinarlo más de cerca. “No parecía una prueba definitiva”, dijo Zeb Hogan, biólogo investigador de la Universidad de Nevada, Reno, y director del proyecto Wonders of the Mekong, financiado por el Gobierno de EE.UU., una iniciativa para estudiar y conservar uno de los ríos con mayor biodiversidad del mundo.
Pescadores camboyanos capturaron dos peces en el río Mekong, que pesaban entre 5 y 6 kilos y medían entre 60 y 90 centímetros de largo. Esta vez, los investigadores pudieron comprar y examinar los peces por sí mismos.
Los investigadores publicaron sus hallazgos este martes en un estudio en la revista Biological Conservation.
Fue un momento de celebración para el equipo, que trabaja para proteger el Mekong, uno de los ríos más largos del mundo y un sustento para decenas de millones de personas.
Pez fantasma en el río Mekong
El río Mekong, que significa “madre de los ríos” en tailandés y lao, atraviesa varios países del sudeste asiático y es extremadamente rico en biodiversidad. Pero también enfrenta diversos desafíos, como el desarrollo de la energía hidroeléctrica, la sobrepesca y la degradación del hábitat.
Estos desafíos son la razón por la que los científicos han estado preocupados durante mucho tiempo de que el “fantasma del Mekong”, una carpa salmón gigante en peligro crítico de extinción que puede medir hasta 120 centímetros de largo, pudiera haber sido aniquilado silenciosamente a medida que pasaban los años sin que se lo avistara.
El pez, originario del Mekong, ha estado envuelto en un misterio desde que recibió su nombre formal en 1991. Desde entonces, se han registrado menos de 30 ejemplares, lo que lo convierte en una especie muy rara, según un comunicado de prensa de la Universidad de Nevada, Reno.
El equipo de investigadores de Hogan, que también estudia otras especies y partes del entorno del Mekong, ha estado atento a la carpa salmón gigante, visitó los mercados de pescado y realizó programas de divulgación con los pescadores locales. El propio Hogan, que dedicó gran parte de su carrera al estudio de los peces en la cuenca del río Mekong, solo la ha visto una vez a principios de la década de 2000.
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Fuente CNN