Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Terrible. Trágico. Los incidentes en el fútbol parecían haber mermado en los últimos tiempos, pero de pronto, volvió la barbarie con toda la fuerza. Fue en México, en el partido entre Querétaro y Atlas, en el que el visitante se imponía por 1-0 con un gol del argentino Julio Furch. De pronto, todo estremeció y el encuentro fue suspendido a los 17 minutos del segundo tiempo.
La pelea comenzó en las tribunas entre hinchas de ambos equipos y el desborde fue que hubo una invasión de violentos al campo de juego, lo cual motivó la suspensión. Las escenas fueron dantescas y se habla de que hay numerosos muertos. Extraoficialmente, menciona al menos 17 fallecidos como saldo preliminar del partido correspondiente al certamen que –vaya paradoja– se denomina «Grita por la Paz».
Cuando la pelea ya era incontenible en las tribunas, las fuerzas de seguridad abrieron las puertas que dan acceso a la cancha para que las familias, con sus pequeños hijos, pudieran ir a protegerse, a aislarse de los desmanes. Pero los violentos aprovecharon la ocasión para combatir cuerpo a cuerpo también en el campo de juego. Frases como «maten a todos» y «no va a quedar ninguno en pie» sonaron en los videos que llegaron al poco tiempo a las redes sociales. Un desenlace lamentable.
El histórico Rafael Márquez, capitán del seleccionado mexicano, se pronunció en su cuenta de Twitter: «Lamentable lo que está sucediendo en Querétaro. Vergüenza que esté sucediendo esto en mi país«, publicó el ex defensor y luego dirigente.
El presidente de la Liga Mexicana, Mikel Arriola, condenó los hechos de violencia en Querétaro. «Inadmisible y lamentable la violencia en el estadio la Corregidora de Querétaro. Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. La seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad! Seguiremos informando».