Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Un centenar de personas han muerto en el naufragio que ocurrió el domingo 26 de febrero frente a las costas de Calabria, al sur de Italia. Las autoridades rescataron a 80 de esta embarcación con migrantes.
Los cuerpos, entre los que hay un recién nacido y niños, se localizaron a lo largo de varios kilómetros en la costa de la región de Calabria, en las inmediaciones de la playa de Steccato, confirmaron a la agencia de noticias EFE fuentes de la Policía.
Hasta el momento, se han localizado 82 supervivientes y se han recuperado 62 cadáveres, mientras que el resto permanecen desaparecidos: «Esto quiere decir que cerca de cien personas han perdido la vida, aunque nunca sabremos el número exacto«, dijo el portavoz en Italia de la OIM, Flavio di Giacomo.
En la embarcación viajaban entre 200 y 250 migrantes, de acuerdo con los primeros testimonios de los sobrevivientes.
Aunque en un primer momento se creyó que la barca se partió tras chocar con unas rocas, los sobrevivientes explicaron que el motor que la empujaba explotó en mitad de la noche, causando decenas de heridos y, finalmente, haciendo añicos el bote.
Autoridades de Italia conocían sobre la existencia de la embarcación
Las autoridades italianas ya conocían la existencia de esta embarcación desde el sábado 25 de febrero, cuando fueron alertadas por un helicóptero de una patrulla de la agencia Frontex, desveló el diario La Republica de Italia.
Tras la llamada, un dispositivo salió en su búsqueda pero las condiciones agitadas del mar y la oscuridad impidieron seguir las operaciones y obligaron a sus agentes a volver a tierra.
Así, los sobrevivientes que lograron mantenerse con vida llegaron por sus propios medios a la costa, donde están siendo atendidos por la Guardia Costera y la Cruz Roja. Una veintena de ellos han sido trasladados al hospital de Crotone mientras que el resto permanece en un albergue.
La mayoría de los migrantes, todos menores de 30 años, provienen de Irán, Pakistán y Afganistán, y partieron hacia Italia desde el puerto de la localidad Smirne, en el extremo occidental de Turquía.
«Es una enésima tragedia en el Mediterráneo que no puede dejar a ninguno indiferente«, lamentó Sergio Matterella, presidente de Italia, en una rueda de prensa.
Matterella apuntó que es indispensable que la Unión Europea asuma finalmente la responsabilidad de gobernar el fenómeno migratorio para liberarlo de los traficantes de seres humanos.
Fuente: El Diario.