Aunque los caprinos y ovinos son animales muy resistentes y fuertes a enfermedades y parásitos internos no están exentos de contraerlos, según indicó Bellmaris Chirinos, veterinaria y profesora en Parasitología en la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (Unefm). Las enfermedades gastrointestinales son comunes en los pequeños rumiantes y muchos productores lo ignoran, o aplican antiparasitantes sin antes recibir orientación de un médico.


«¡No se puede desparasitar a ciegas!», exclamó Chirinos durante una conferencia realizada el lunes 21 de julio en el Quinto Congreso Internacional Ovino y Caprino en Barquisimeto. Los dueños o encargados de apriscos tienen que estar muy pendientes de los síntomas que puedan manifestar sus animales tras contraer parásitos, que por lo general es al consumir pastos. El animal puede presentar anemias, diarreas, reducción de la producción de leche, carne y lana, pelo hirsuto (seco, áspero), no crecer, no engordar o ser más susceptible a otras enfermedades.
«Es importante conocer qué está pasando en mi aprisco o finca. Y realizar, de acuerdo a los signos clínicos que manifieste el animal, técnicas de diagnóstico, como llevar muestras de heces a laboratorios. Es importante que tengan un aliado veterinario a la mano. Siempre que le indique qué técnica van a realizar, qué diagnóstico tiene», especificó.
Porque los médicos veterinarios, de acuerdo al parásito que diagnostiquen, tienen que tratarlo con un fármaco en específico. Advierte que los caprinos, sobre todo tienen un factor de helminto resistencia; es decir, pueden que tengan parásitos, pero no desarrollan síntomas, por eso deben ser tratados con fármacos específicos y se debe tener un control sanitario para todo el rebaño.


«Hacemos énfasis en la limpieza de los corrales. Se debe separar a las crías de las madres. Limpiar la ubre de la madre cuando va a amamantar. Es muy importante la limpieza, porque cuando estos animales excretan, expulsan los huevos de los parásitos o las larvas en las heces de los nematodos, en la glándula mamaria y el cabrito o el corderito se va a infectar. Hay que hacer rotación de los potreros y estar muy pendiente de los pastos con el que se alimentan», manifestó.
Invertir en salud animal: ovinos y caprinos
La doctora, Bellmaris Chirinos, reiteró que es importante que cada productor cuente con un médico veterinario, porque pierden más si se les muere un animal que aplicando los exámenes a tiempo o los medicamentos.
«Si no pueden pagar un veterinario privado, los pequeños productores pueden acudir a instituciones públicas, como el Insai, o a las asociaciones de pequeños rumiantes locales, también hay veterinarios rurales que hacen labor social y pueden llegar a acuerdos con los propietarios, para que los costos médicos sean más económicos, se paguen por parte o con la venta de algún ganado», especificó.
Sostiene que las enfermedades gastrointestinales en rumiantes si son tratadas a tiempo son curadas rápido, sin comprometer la producción.