Joelis Sosa Alvarado | LA PRENSA.- Hasta el adobe cuesta para salir. Fabricantes de ladrillos de barro afirman que las ventas han bajado en lo que va de año.
“Anteriormente vendía hasta 6 mil piezas al mes, ahora se venden tres mil o menos”, menciona con un tono de voz preocupado Andrés Guerra, quien tiene más de un año trabajando con este tipo de material en el norte de la ciudad y señala que cuando comenzó las ventas eran muy buenas, les daba hasta para vestir, comer y disfrutar, pero ahora “ajuro para medio comer”.
Guerra explica que a pesar de que el adobe sea más comercializado porque es más económico que el bloque de cemento, las ventas no son muy altas porque “el venezolano ahora busca es comprar lo esencial”.
Joel Fréitez, otro fabricante ubicado al oeste de Barquisimeto, señala que su situación es la misma, a pesar de que el precio del adobe sea tan asequible, pues está en 250 bolívares.
“No aumentamos porque si lo hacemos vendemos menos”, admite Fréitez, destacando que la ganancia es poca por el precio de los materiales como el de la tierra, cuyo precio, sea blanca, amarilla o negra está entre 40 o 45 mil bolívares el camión, por lo que es relativo porque los precios suben y bajan.
Otra de las cosas que compran los fabricantes son los moldes que deben cambiar cada cuatro meses y sale cada uno en 12 mil bolívares, para la empresa requieren cuatro, “da un total de 48 mil bolívares entre todos, si es que no aumentan”, rezonga Fréitez.
La opción de estos fabricantes para poder mantenerse, -porque la mayoría de las ventas son por encargo- es el vender otro tipo de cosas.
“Vendo teticas de café y de azúcar para ayudar a mi marido”, dijo María Gómez, esposa de uno de los fabricantes.
La mayoría de estas empresas son familiares; no tener una entrada fija hace que los dueños de ellas no mantengan personal externo.