Vandalismo: Una amenaza al patrimonio cultural de Barquisimeto

Obras de arte vandalizadas en Lara evidencian deterioro social y educativo, según expertos

Anny Giménez | LA PRENSA DE LARA.- El deterioro en la educación tanto académica como en el hogar en Venezuela ha tenido en los últimos tiempos consecuencia negativas y una de ellas ha sido la pérdida del sentido de pertenencia, muestra de ello son los daños ocasionados a las obras públicas, que además de embellecer a la ciudad son íconos que representan la identidad del barquisimetano.

Las obras del maestro larense Armando Villalón, que se encuentran en el paseo que lleva su nombre, ubicado al inicio de la avenida 20, fueron dañadas por segunda vez este año con grafitis. Otra obra que también ha sido víctima de la inconciencia es La imagen de la Divina Pastora, del artista Alexander Méndez, que está en la avenida Vargas con avenida Venezuela.

Para el costumbrista, Iván Brito, esto demuestra el deterioro sociocultural que se ha tenido en los últimos tiempos, considera que hay grandes fallas a nivel educativo y de formación. De allí la importancia de restaurar materias que existían antes, como formación social moral y cívica que era impartida en bachillerato con dos objetivos fundamentales: formar a ciudadanos conscientes de que así como existen derechos también se tienen deberes y el respeto a los símbolos patrios.

Para Brito hay una grave falta de identidad y sentido de pertenencia. «Cuando nos sentimos identificados con el sitio en el cual vivimos creamos un vínculo de propiedad con ese lugar porque forma parte de mi vida y de mi crianza, es el lugar en el que vivo», destaca Brito.

Según la Ley Orgánica de la Cultura: «La identidad cultural son las múltiples formas de conocernos, reconocernos, expresarnos y valorarnos; el sentido de pertenencia al pueblo venezolano, la significación social y la persistencia del ser en la unidad…» de igual forma la misma ley establece que el «Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes y manifestaciones materiales, inmateriales y de la naturaleza heredados…».

El costumbrista considera que cuando la gente no tiene arraigado ese sentido de pertenencia la ciudad no le importa, la gran casa de donde vive no le importa. «Este deterioro forma parte de esa conciencia cívica que tenemos que restaurar los venezolanos, el sentido de querencia a lo nuestro», dice. Además explica que proceso educativo de los últimos años ha estado dirigido más a la exaltación de una forma de vida político-cultural más que sociocultural, «se han creado vacíos que se han tratado de enmendar, dadas las consecuencias de esa errónea aplicación de la educación que causa ese vandalismo que no es nuevo, pero que se ha acentuado porque la conciencia y la importancia del mobiliario de la ciudad forma parte de todos y se debe inculcar desde kínder hasta la universidad».

El daño a las obras ha causado malestar en el artista plástico Armando Villalón, quien aseguró que «pareciera que la gente no tuviese cultura», las obras que están en su paseo son un recorrido por varias regiones del país que inician con la Divina Pastora, pasan por el Ávila, la Marina, y hasta el Salto Ángel, entre otras, son pinturas que fueron proyectadas para que perduren entre 20 y 25 años, por lo que le da mucha tristeza que las dañen. De igual forma, el artista Alexander Méndez, autor de la obra de la Divina Pastora en la avenida Vargas con Venezuela, se mostró preocupado por los daños que sufrió su obra y considera que son actos vandálicos.

Sofía Mendoza, quien transitaba por la avenida Vargas, lamentó que por inconciencia ciudadana se pierdan espacios para el disfrute familiar y el embellecimiento de la ciudad. Aseguró que conductas vandálicas afectan a la sociedad en general. «Mi familia cuando viene de otro estado les gusta ir a esos lugares que son tan bonitos, se toman fotos, guardan su recuerdo porque son referencia de la ciudad», dice.