Osman Rojas | LA PRENSA.- Sentados en la entrada del Hospital Central Antonio María Pineda estaba un grupo de trabajadores de la institución dependientes del Ministerio de Salud. En su cara se dejaba ver la rabia y la impotencia. Hablaban entre sí, sólo para quejarse y maldecir al Gobierno nacional. Es 18 de abril y los empleados todavía no han cobrado su quincena.
“Esto es una mamadera de gallo y no nos vamos a calar esto”, sostuvo Dayurbis Pérez, trabajadora del Hospital Central. Los empleados fueron firmes en su postura y se declararon en paro hasta que el Gobierno nacional les cancele la deuda.
“Nosotros somos padres de familia, tenemos hijos que mantener y no entendemos cómo este Gobierno se retrasa tanto con los pagos de un sector tan vulnerable como lo es la salud. Aquí vamos a estar hasta que nos paguen, no vamos a trabajar gratis”, sentenció Pérez.
Esta es la tercera vez que el Ministerio de Salud retrasa su pago en lo que va de año. Para los trabajadores es una factura política que les cobran y denuncian que ni la Dirección Regional ni el Gobierno central se sientan en un diálogo sincero para revertir esta situación. “Somos los hijos de nadie. A nadie le importa que estemos sin cobrar”, dijo muy indignada la trabajadora Mirian Colmenárez.
Marcial Daza, director del Hospital apoyó el paro de los trabajadores argumentando que “las injusticias deben denunciarse”, y considera que es una “torpeza” del Ministerio de Salud no cancelar el pago de los trabajadores en medio de momentos de tanta tensión.
“El Gobierno nacional crea más descontento con estas acciones. Cobrar lo que muchos aquí cobran ya es una falta de respeto, pero que se retrasen tanto en los pagos es una grosería”, dijo el directivo.