José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- El asueto de Carnaval no ha sido una buena época para el Terminal de Pasajeros de Barquisimeto. Las unidades, especialmente de las rutas largas, no emprenden sus viajes full, sino que la capacidad del único vehículo que viaja al día, apenas se llena entre un cuarenta y un cincuenta por ciento.
Así lo explicaron trabajadores de líneas que cubren las rutas lejanas más solicitadas como Caracas, Maracaibo, San Cristóbal, San Antonio del Táchira y Puerto La Cruz, quienes aseguran que durante los primeros tres días de la celebración del Rey Momo, ninguna de sus unidades han colmado su capacidad.
«Desde el viernes hasta hoy (ayer) hemos hecho un viaje diario hacia San Antonio del Táchira en una unidad para 60 personas. En total, los tres días debimos haber movilizado 180 pasajeros, pero apenas llegamos a 74, es decir, ni la mitad», explicó Alirio Domínguez, trabajador de Expresos Los Llanos mientras sacaba la cuenta.
Sobre el precio de los pasajes, para Táchira varían entre 400 mil (Encava) y 560 mil bolívares (buscama), mientras que para Caracas, las líneas piden entre 250 mil y 320 mil bolívares. Destaca que, a diferencia de años anteriores, el pago de estos monto se puede hacer por efectivo, punto de venta o transferencias electrónicas.
El panorama es muy distinto a rutas cortas como San Felipe o Acarigua y viajes dentro de Lara, como El Tocuyo, Quíbor o Carora. En estos casos, el mínimo diario de unidades que parten hacia estos destino es de cuatro y la mayoría van llenos o faltando no más de 10 puestos, destacando que las tarifas, por ende, son mucho más bajas.
La principal razón que dan las líneas para justificar la baja oleada de pasajeros durante el Carnaval es que los que viajan en rutas largas es porque deben hacerlo por necesidad, y no tanto por turismo, pues deben de gastar altas sumas de dinero para llegar a su destino.
Por ejemplo, Gerardo Camacaro, trabajador de la Línea Km. 2015, que viaja hacia Caracas, Táchira y Puerto La Cruz, relató que hace ocho carnavales atrás, era cotidiano que hacia un destino hubiesen hasta cuatro buses saliendo, pero producto de la crisis, ahora sólo parte uno y que cuesta llenarse porque no muchos tienen dinero para viajar. «La prioridad es la comida y no andar turisteando«, dice.
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