Julián Alvarado | LA PRENSA DE LARA.- El pasado viernes 17 de junio, en la ciudad de Carora, municipio Torres, los organizadores de una corrida de toros pautada para el sábado 18 expresaron mediante un comunicado su descontento por la suspensión de «la fiesta taurina» por parte de la Orden de Seguridad del estado, Cámara Municipal y Prefectura del municipio Torres.
Para los organizadores es injusta la decisión que tomaron horas antes de la actividad, porque habrían recibido toda la permisología necesaria para llevar a cabo la corrida. De hecho, gran parte de los permisos fueron publicados en internet como una prueba de que todos los requisitos estaban en regla. Sin embargo, diversos medios locales comentaron que el prefecto de Torres, Elvis Méndez, no avaló los últimos permisos necesarios para concretar la corrida de toros.
Todo parecía estar preparado para que organizadores, participantes y aficionados de los toros en la ciudad de Carora se acercaran el pasado sábado a la actividad. Pero la tarde del viernes, organismos de seguridad hicieron acto de presencia en la Manga de Coleo Omar Álvarez, lugar donde fue instalada la plaza taurina y desmantelaron las tarimas, comunicando la suspensión de la actividad «por no contar con los requerimientos básicos y condiciones de seguridad».
Por parte de la Cámara de Seguridad de Torres, el motivo de la cancelación parece estar muy claro. El ente informó que el evento tenía como objetivo «provocar la tortura y sufrimiento de un animal». En contra de la realización de la corrida, integrantes de una organización de rescate animal acordaron: rechazar el espectáculo taurino y exhortar al alcalde del municipio Torres, Javier Oropeza, a dejar sin efecto la permisología otorgada para la realización del evento.
El fiscal general, Tarek William Saab, informó mediante sus redes sociales el sábado, que a solicitud de la Fiscalía 23 del estado Lara se acordaron medidas precautelativas de protección animal para evitar la tortura de los toros mediante las corridas.
