Para la secretaria del Sindicato Venezolano de Maestros del estado Lara (Sinvemal), Hilda Peña, el Ejecutivo nacional jubiló a docentes sin tomar en cuenta que muchos estaban en las aulas. «En Lara fueron más de 3.200 docentes y ahora dicen que no hay recursos para cubrir esas vacantes».
«Mientras no exista una mejora salarial para los docentes, la propuesta de llamar a los jubilados a dar clases es inviable», recalcó la representante de Sinvemal. Además, hace el llamado al ministro, Héctor Rodríguez, para que se siente con federaciones y se firme la tercera contratación colectiva.
Raquel Figueroa, especialista en políticas educativas, va más allá, pues asegura que «lo anunciado por el actual ministro deja en evidencia el fracaso de la educación. Queda al descubierto que ni siquiera él mismo cumplió con las recomendaciones políticas educativas que arrojó la Consulta Nacional por la Calidad Educativa que coordinó en 2014, cuando precisamente también era ministro de Educación. En esa consulta ya se reflejaba la crisis sobre la situación de los docentes, el déficit que había, pero no tomó en cuenta las orientaciones que la propia consulta daba sobre la necesidad de que el gobierno planteara una planificación estratégica para resolver las condiciones laborales en que se presentaba el hecho educativo».
Tanto para la docente Figueroa como la secretaria de Sinvemal consideran que para que exista la calidad educativa de la que habla el Ejecutivo nacional se deben hacer realidad las mejoras salariales y sociales para todo el personal docente, administrativo y obrero, tal como se establece en los artículos 91 y 104 de la Constitución venezolana, sobre un salario suficiente y la idoneidad moral y académica del educador.
«Se estima un déficit de más de 200.000 docentes, tomando en cuenta la propia cifra señalada por el presidente Maduro. En 2018 ya existía un déficit de educadores a causa de la pulverización del salario, estos docentes fueron los primeros de la lista de migración», recalca Figueroa.