Cristina Linárez | LA PRENSA.- Representantes de la escuela El Carmen andan del timbo al tambo buscando lugar para que sus hijos vean clases, ante la falta de respuesta y continuidad de la construcción de la institución que fue demolida por Corpolara hace casi cinco años, y aún no ha sido terminada.
Faltando aproximadamente un 50 por ciento de la construcción de la escuela, ha hecho que 500 estudiantes estén viendo clases en sedes de iglesias cristianas, católicas y pidiendo prestado un salón en otra escuela para que los niños puedan seguir estudiando.
La falta de respuesta por parte de Corpolara, hizo que representantes protestaran frente a la construcción, porque desde la institución del Estado les prometieron que el próximo 20 de octubre estaría lista la escuela, y ahora les dijeron que no había recursos.
Las escaleras, puertas, pintura, rejas, cerámica, baños, tuberías y la sede del comedor, son algunas de las cosas que le falta a la institución. “Estamos cansados, Corpolara nos tiene engañados. Están violando derechos de los niños a tener una educación y un sitio con condiciones aptas para estudiar”, dijo molesta Yaquelín Tovar, representante de un estudiante de segundo grado.
Otra de las cosas que le molesta a Tovar y al resto de las madres de estudiantes, es que en donde están viendo clases los niños no hay agua, y cuando los llevan a estudiar, deben llevar también un tobo de agua para bajar la poceta cuando sus hijos hagan sus necesidades.