María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Colocar un apodo, esconder un lápiz o cuaderno, miradas intimidantes, burlas e incluso hasta pellizcos y golpes, son elementos del acoso escolar entre niñ;os y adolescentes y se ha convertido en algo común en las instituciones educativas; padres y profesores deben estar alertas y ser el primer filtro para evitar que la víctima pase a acciones fatales como quitarles la vida.
Aunque estas agresiones parezcan simples o normales entre los niñ;os y adolescentes o incluso los lleguen a confundir como juegos entre los jóvenes, los padres y profesores deben estar alertas para canalizar y detectar si se trata de acoso escolar. Apodos y burlas son acciones frecuentes y constantes que pueden ocasionar aislamiento en la víctima y provocar hasta deseos de suicidarse, mientras que el victimario se siente superior y con grandeza.
Un ejemplo muy claro, es el caso de una profesora que da clases en una institución al oeste de Barquisimeto, contó que una de sus estudiantes sufre de vitíligo y le colocaron como apodo «manchita», lo que causó que la niñ;a se negara a volver a las clases y aislarse. Así como ella, son varios casos en donde el acoso escolar no es detectado o pasa por debajo de la mesa y las consecuencias a veces las sufre en silencio la víctima.
Los estudiantes que tienen alguna característica física o una conducta diferenciadora al resto, son los que están más propensos a formar parte de las víctimas de acoso escolar. Por eso es el exhorto que hacen desde el sector educativo para no llegar mayores. A eso se le suma que también deben evaluar la conducta del victimario y el trasfondo de las agresiones a sus compañ;eros para poder detenerla, pues en ocasiones vienen del hogar.
Luis Pernalete, profesora y coordinadora del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría en el área de Convivencia y Ciudadanía ratificó la importancia de la educación y la prevención ante acoso escolar «porque la violencia no es natural, eso se aprende y hay que prevenirlo desde el hogar y la escuela». Agregó que hay casas en donde los niñ;os presencian violencia y ellos aprenden por imitación, trasladando esas conductas a la escuela y agreden a otro sin pensar en las graves consecuencias.
La profesora explicó que todos deben respetar y ahí es donde deben empezar los padres y profesores «explicar que es el irrespeto a través de juegos y diferentes actividades y que también existen deberes y derechos». Agregó que sin duda la prevención del acoso escolar es la clave y va de la mano de la confianza y el autoestima para el niñ;o o el joven diga lo que le esta pasando. Preguntar ¿;cómo te fue hoy, que te gustó del día y que no? son pasos para determinar cualquier agresión, además de hablar del tema.
María Antonella Sarli, psicólogo del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap) dijo a través de una entrevista en un portal web nacional