María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- No aguantan más penurias. Un salario que no supera el millón de bolívares mensual tiene a los docentes y al personal médico del país pasando hambre y viviendo en la miseria, pues no pueden comprar ni siquiera un artículo de la cesta básica y mucho menos mantener a sus familias.
Esta agobiante situación llevó ayer a los docentes, enfermeros, médicos, personal obrero y administrativo a una concentración en la avenida Venezuela con Vargas, en donde exigieron un salario digno y beneficios laborables. Explicaron que un docente tipo I gana 665 mil bolívares mensual mientras que una harina pan cuesta 520 mil.
«Con hambre y miseria no hay salud ni educación» se podía leer en una de las pancartas expuestas en plena avenida donde también hicieron una cadena humana para denunciar la precaria situación en la que se encuentran los trabajadores.
Como un acto simbólico, entonaron el Himno Nacional y entre consignas exigían mejoras salariales y respeto a las cláusulas de la contratación colectiva, pues quieren seguir ejerciendo, pero en un país libre donde se respeten las leyes y los sectores sean valorados, pues están al servicio de los más necesitados.
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores, expresó que ganan salarios de hambre, hasta el punto que consideran que el sector educación se encuentra en pobreza extrema porque no pueden vivir dignamente. Los que siguen apostando a su profesión es por amor y vocación, pero comentan que llega un punto en que se ven entre la espada y la pared, porque con estómago y las cuentan bancarias vacías no se mantienen.
Los profesionales de la educación y la salud viven a diario las mismas carencias. Con lo que devengan no les permite comprar comida, prendas de vestir y mucho menos mantener a su familia, el recuerdo que tienen es de aquellos años cuando podían adquirir hasta casas y carros con sus beneficios laborales. Añaden que eso quedó enterrado, pues el Gobierno Nacional ignora sus peticiones que están contempladas en sus contrataciones colectivas.
Las acciones de calle seguirán, pues dicen que a pesar que las autoridades hagan caso omiso a sus peticiones, ellos no tienen miedo de seguir con sus protestas, pues es la única manera de que la gente los pueda escuchar «y si no nos dan respuesta a nivel nacional, llevaremos las denuncias a nivel internacional», dijo Alberto Domínguez, del Sindicato de Trabajadores del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Sin condiciones
Escuelas y hospitales están por el piso, no cuentan con servicio de agua a lo cual se suma la ausencia de dotación de equipos de bioseguridad para poder desempeñarse en sus labores diarias. Docentes y enfermeras cuentan que no tienen condiciones que les permitan cuidar de su salud en medio de la pandemia.
Elda Jiménez, presidenta del Colegio de Enfermeras, dijo que ellas están sin jabón ni alcohol y mucho menos un sueldo que cubra sus necesidades. «Eso atenta con nuestra salud y la de nuestros familiares, no tenemos calidad. Los centros de salud en Lara deberían estar cerrados porque el gobierno no da lo primordial para trabajar y no tienen ni siquiera agua», expresó.
Presentes
Trabajadores públicos y eléctricos también dijeron presente en la concentración, pues también están inmersos en la miseria al devengar un sueldo mínimo.
Esta sería la tercera acción de calle que realizan los diferentes sectores unidos a nivel nacional. Tienen planificado continuar con las acciones de calle hasta que le restituyan un salario digno que les alcance para comprar la canasta básica alimentaria, exigen que este dolarizado porque por más aumentos que hagan en bolívares, con el pasar de los días se devalúa.
En Caracas exigen un salario digno
El punto de encuentro de la jornada fue la Maternidad Concepción Palacios en Caracas. En el lugar, hubo momentos de tensión por la presencia de colectivos afectos al chavismo.
«Somos los primeros guerreros para enfrentar la pandemia del coronavirus pero no gano más de 4 dólares mensuales como enfermera nocturna. Eso no alcanza ni para dos días de comida», dijo Tamara Tovar trabajadora del Hospital General de Lídice Dr. Jesús Yerena.
«Gano más vendiendo tostones que el salario que me pagan», dijo la enfermera Diana Granados, quien los llevaba en medio de la protesta.
Representantes del sector enfermería y de los educadores exigieron protección a los empleados, seguridad social y pensiones dignas y consignaron un documento.
Siguen en la calle
Ayer el gremio médico y los docentes salieron a protestar atendiendo un llamado nacional que han hecho ante la grave crisis económica y social que viven.
Idelmaro Useche, jefe del Comando Intergremial de Educadores, aseguró que una vez el gremio de la docencia está en la calle insistiendo en lo que para el magisterio y para la salud se ha convertido en una de las principales luchas.
«No podemos permitir que el sector salud siga en esta situación que además la hemos determinado como una de las situaciones más difíciles de la historia de Venezuela» explicó.
Dijeron que la protesta tiene su justificativo en las muertes que hay en el sector médico en cuyas mismas circunstancias está la educación, y por eso no se pueden callar.