María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- Choferes de rutas urbanas y extraurbanas andan con el rosario en la boca, ante los constantes robos y extorsiones.
Carlos Méndez, miembro del Sindicato Automotor de Lara, aseguró que los robos se cometen en plena luz del día, pero se acentúan a partir de las 5:30 de la tarde. Enumeró que dos veces a la semana un conductor de ruta o rapidito y pasajeros sufre ataques de malandros. «A veces secuestran las unidades y toca pagar el rescate», acota.
Tal es el caso de un robo ocurrido el pasado sábado cuando miembros de una banda de «robabuses» fueron detenidos «in fraganti» cuando su objetivo era atracar al chofer y a los pasajeros.
El transportista salió como todas las tardes a recoger pasajeros desde la Venezuela con 32, hasta Las Veritas en la zona norte. Cuatro chamos se montaron en la unidad, como si fuesen unos pasajeros, pero decidieron robar a mano armada cuando iban en plena vía del sector Las Nieves, pero dos funcionarios de Polilara se percataron de la situación y los detuvieron.
Así sucede con frecuencia, pues dicen que los choros utilizan la misma estrategia de robos, aunque la mayoría de veces cumplen con su cometido, hasta el punto de dejar tanto al chofer, como a los pasajeros sin nada en las manos. «Se llevan el efectivo y todo lo que puedan«, comentó Méndez.
El sindicalista aseguró que a veces no formulan las denuncias porque eso queda hasta ahí «y como uno tiene que dar los datos del carro, los malandros después van por uno».
Méndez aseguró que por los mismos robos y extorsiones, las rutas han cambiado y que ahora sólo se meten por las vías principales. «La zona norte y el oeste son donde más ocurren los robos», detallando que el Ruta 10 ya no entra a El Jebe, el Ruta 1 no se mete por Cerritos Blancos y el Ruta 7 dejó de pasar por Ruiz Pineda, por la misma inseguridad de las zonas.
«Uno trata de pasar por donde haya alcabalas, pero siempre suceden robos«, comentó Méndez, destacando que cuando empieza a oscurecer dejan de trabajar.
En las rutas extraurbanas sucede lo mismo. Méndez detalló que los «Miguelitos» (objetos pinchacauchos) están en plena vía de Carora, municipio Torres y Acarigua, por lo que las noches son más peligrosos para los choferes. «No solamente ocurren robos, también accidentes porque los carros pierden el control cuando un caucho se les explota».