Osman Rojas | La Prensa.- Desordenado, sin comida y con la malla que resguarda la parte superior de la cocina picada por la mitad fue hallado el comedor de la escuela San Antonio de Padua, en Tamaca, la mañana de este viernes. Aparentemente, a la institución ingresaron unos malandros en horas de la madrugada y sacaron víveres, bombonas y una licuadora industrial de la institución.
“Cuando las madres procesadoras llegaron a las 6:30 de la mañana para empezar a trabajar se encontraron con esta desagradable sorpresa. Se llevaron todo, todo”, lamentó Nixón Sánchez, subdirector de la escuela.
De la institución sacaron cinco bultos de arroz, uno de pasta, medio bulto de caraotas, dos bombonas grandes, tres aceites, dieciséis pollos y una licuadora industrial.
“Ya pusimos la denuncia y estamos esperando que los funcionarios se acerquen y vean cómo dejaron el comedor. Los ladrones conocen la escuela porque sabían a dónde iban a ir y cómo iban a sacar las cosas”, asevera Sánchez.
Aparentemente, los ladrones se metieron por una de las paredes posteriores de la escuela. Luego de ingresar, utilizaron un pupitre para subir y cortar la malla del comedor y así sacar la comida.
“Ese trabajo no lo hacen dos o tres personas, a la escuela se metieron cinco o seis malandros para robar y lo hicieron todo muy rápido”, sentencia el profesor Víctor Reyes, subdirector administrativo de la institución.
El vigilante del plantel no escuchó ruido alguno y por eso las autoridades creen que el robo se hizo entre las 2:00 y las 5:00 de la mañana, horario en que el celador por lo general está dormido. “El señor que cuida nos dice que no escuchó nada y gracias a Dios porque si hubiese salido le podía pasar algo”, subrayó Reyes.
A pesar del robo, las clases en la escuela se desarrollaron con toda normalidad pero a los pequeños no se les dio comida. “En la mañana la mayoría de la población estudiantil acudió a sus actividades, pero en el turno de la tarde si hubo ausentismo porque muchos alumnos vienen y almuerzan aquí en la escuela y cuando veían que no había comida se regresaban a sus casas”, explicó Reyes.
Esta es la primera vez que roban la escuela San Antonio de Padua; sin embargo, hace un mes la iglesia de Tamaca fue víctima del hampa también en horas de la noche. Autoridades temen que el robo a instituciones se vuelva algo frecuente.
Con esta ya son cinco las escuelas robadas en las últimas tres semanas en el estado. Curiosamente, en todas han sacado comida. “Necesitamos que se tome en serio la seguridad en los planteles educativos, esto no puede seguir pasando”, concluyó Reyes