Los momentos para la recreación se han convertido en una herramienta clave para romper la barrera de la ansiedad y la fobia social, trastornos caracterizados por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales en los que la persona se siente observada y juzgada por otros, y busca protegerse en la soledad. Este miedo puede ser tan fuerte que interfiere con la vida diaria, afectando la capacidad de la persona para trabajar, estudiar o establecer relaciones.
Según estadísticas presentadas por la Organización Mundial de la Salud en 2024, reflejan que un 4% de la población mundial padece actualmente el trastorno de ansiedad social y que sólo una de cada cuatro personas que lo necesita recibe algún tratamiento.
La especialista en conductas infantiles y psicopedagoga, doctora Miriam Chirinos, afirmó que la recreación es indispensable en todas las etapas y etapas de la vida porque promueve el desarrollo físico, mental, social y emocional, además de contribuir al bienestar general de las personas.


«En el mundo actual, en el que el único socializador de los niños y jóvenes son los dispositivos móviles, es fundamental crear el hábito de la recreación en un lapsos de 60 a 90 minutos diarios. Los beneficios son de gran provecho para que estos puedan ganar liderazgo, socialización y resolución de conflictos», destacó Chirinos.
La recreación es esencial para el bienestar
Más que un lujo, recrearse se convierte en una necesidad, ya que, según conclusiones de estudios de la OMS, al participar en actividades que generan placer se liberan endorfinas y serotoninas, sustancias que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.
La psicólogo, Janny Lizcano, explicó que la recreación es esencial para el bienestar de personas de todas las edades porque ayuda a mejorar la claridad de pensamiento y se recomienda para aliviar el estrés y las patologías que afectan la salud mental.
«Las actividades recreativas también fomentan el desarrollo de habilidades sociales, la comunicación y el trabajo en equipo. Contribuyen al bienestar físico mediante el desarrollo muscular y óseo, y permiten a los adultos y adultos mayores reducir el estrés, ofreciendo un espacio para disfrutar y relajarse fuera de sus compromisos diarios», dijo.


Tanto Lizcano como Chirinos coinciden en que la recreación parte del autoconocimiento de la persona y su deseo de desenvolverse en cualquier hobbie o actividad que sea del agrado de la persona. «Si a usted le gusta tejer, teja, si le gusta el ejercicio físico hágalo y si a los niños les parece bien tocar algún instrumento musical, bien lo pueden hacer, no se imaginan el beneficio tan grande que eso trae para la salud», señaló la doctora Chirinos.
La recreación no se resume nada más a la salida a una piscina o a un parque, sino que son un abanico de opciones y alternativas que van desde lo más simple hasta lo más extremo, partiendo del gusto propio.