Daniela Valladares | LA PRENSA.- Radicalismo en ambos bandos desplaza el diálogo. Monseñor López Castillo expresó que las condiciones en Venezuela no están aptas para que se genere un diálogo transparente y capaz de resolver la crisis que atraviesa el país desde hace algunos años.
“La intolerancia, agresividad y amenazas empañan la iniciativa del Vaticano como mediador del diálogo. Los delegados enviados por el papa Francisco son facilitadores para concretar el acuerdo entre la oposición y el gobierno para establecer mesas de trabajo donde se traten los temas más importantes como salud, seguridad y alimentación”, dijo monseñor.
López Castillo aseguró que las actitudes tomadas por los representantes de cada partido político amenazan la paz de los venezolanos.
Indicó que deben ser más amplios de mente para buscar opciones concretas y reales para afrontar juntos la crisis humanitaria y económica.
Destacó que la soberbia tiene que ser dejada a un lado. “A pesar de las diferencias de opinión existentes, los políticos deben aprender a escuchar al otro”, sentenció monseñor refiriéndose a los ataques verbales que son frecuentes entre las figuras de ambos polos.
Distintas autoridades católicas se han pronunciado en el caso. El Nuncio Apostólico, Aldo Giordano, pidió a los venezolanos confianza en el papa Francisco y aseguró que los temas que preocupan al país también son de interés para la Iglesia católica.
Giordano aseguró que el papa está preocupado y lo último que desea es que se derrame sangre del pueblo inocente.
Grupos de estudiantes han apoyado la participación de la Iglesia católica.Sin embargo, el jueves una comisión de estudiantes se acercó hasta la Diócesis de Barquisimeto para entregar un documento donde manifestaron su rechazo al diálogo ya que consideran no es transparente.
El papel de la iglesia católica ha tomado protagonismo en la palestra pública desde que intervino en el problema económico y político del país. La marcha programada para Miraflores por la oposición el pasado 3 de noviembre, fue suspendida por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por petición del Vaticano. El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup declaró que fue sensato acatar la decisión del papa Francisco.
El nuncio Giordano también comentó que las movilizaciones son un instrumento para expresar la voluntad de los ciudadanos, sin violencia, afirmando que la iglesia espera buenos resultados en los próximos meses.