José Miguel Najul | LA PRENSA.- La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se mostró lánguida el 23 de enero. La convocatoria fue interpretada como un signo de debilidad y desacierto político por algunos, y como una señal de estímulo con el pueblo que desean reactivar, por el otro.
José Vega, dirigente de Vente Venezuela en el estado Lara, aseguró que hay elementos contundentes, como la ausencia absoluta del presidente declarada por el parlamento nacional, y el vencimiento de las autoridades de poderes como el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que no se enfocan durante la movilización.
“Debe moverse a la gente para presionar y respaldar el nombramiento de los nuevos rectores del CNE y magistrados del TSJ. A la marcha asistimos para pedir elecciones presidenciales cuanto antes, porque el presidente Nicolás Maduro abandonó su cargo”, manifestó Vega.
Recuerda que los comicios regionales y municipales, que fueron los que la Unidad resaltó, son un derecho que establece la Constitución y que, si bien deben cumplirse, el verdadero cambio político obedece a la salida de Maduro del Ejecutivo nacional.
Por su parte, el dirigente de Acción Democrática (AD), Filiberto Peña, resalta el hecho de que la marcha es un trabajo importante que, probablemente no alcanzó su máximo esplendor, como la ocurrida en septiembre del 2016, porque la Unidad debe volver a trabajar en su mecanismo de movilización y convocatoria.
“Que hayan asistido tres pelagatos o cien mil personas no es lo importante. Lo que de verdad importa es que quienes estuvieron allí representan a la mayoría de más de un 80% de los venezolanos que desea un cambio político en Venezuela”, expresó el dirigente de AD.
Héctor Mendoza, de Alianza Bravo Pueblo destacó que la importancia de la marcha radica en el hecho de que hay una presión de calle para hacer exigencias legítimas, frente a las cuales el Gobierno se vea acorralado para cumplir con las demandas del pueblo venezolano.
«Nosotros queremos que haya libertad para los presos políticos, y eso se logra solamente con la calle”, expresó el también dirigente sindical.Por su parte, Omar Meza, militante opositor, manifestó que “es culpa de la gente misma. No hay que justificar diciendo que la MUD no motiva, cuando lo que debería mover a la gente es la necesidad de cambio”.