El estado Lara ha sufrido fallas por años en el servicio de agua, por lo que muchos de sus habitantes han tenido que optar por comprarla a cisterneros, buscar agua en ríos o quebradas para almacenarla, pero les preocupa que esté sucia o turbia, es por eso que el personal del proyecto «Zenó», durante tres años ha formado a los habitantes de diferentes comunidades en el uso de un filtro artesanal.
Gabriel Bohórquez, gerente general del proyecto Aguas Zenó, comentó que en el estado el suministro de agua por tuberías no es constante y que algunas comunidades la reciben dos días a la semana y por pocas horas, y a esto se le une que al momento de almacenar el líquido esté sucio, lo que lleva a la población a tener «estrés hídrico».
«No es sólo que tengan el servicio, sino que cuenten con un agua que esté apta para el consumo. En zonas de Barquisimeto, como Santo Domingo y Titicare hay personas que acuden al río Turbio para agarrar agua de allí y fue por casos como esos que iniciamos los talleres, en los diferentes sectores del estado, para enseñar a las personas cómo hacer un filtro artesanal para purificar el agua», dijo Bohórquez.
El proyecto «Zenó» ha formado a muchas personas y los capacitadores, entre ese Gabriel, les enseñan que con materiales, de bajo costo, pueden hacer un filtro. Detalló que lo que requieren para construir un filtro (de bioarena) es carbón, arena, algodón y botellas de plástico.
Los capacitadores de la organización se han trasladado a diferentes comunidades del norte, sur y oeste de Barquisimeto, junto con movimientos vecinales, para mitigar el estrés causado por las fallas del servicio.
En mayo dictaron un taller en el hogar de las Hermanas Lourdistas, en la avenida Fuerzas Armadas con calle 52, junto con el Movimiento por los Servicios Públicos de la parroquia Concepción (Moseco), para formar a habitantes de las comunidades San Vicente y Santo Domingo.
«Para ese momento, en Barquisimeto persistía el servicio de agua con turbidez, por excesivos sólidos disueltos en las aguas por tuberías, y fue así como quisimos realizar el taller para lograr mitigar, a bajo costo, la situación», indicó Bohórquez.
Las comunidades más afectadas, según el gerente general del proyecto, son las que se ubican en la zona norte y noroeste, esto por ser zonas muy secas, donde la gente debe contratar cisternas o buscar agua en pozos o quebradas que no están tratadas.
El proyecto de enseñar a crear filtros artesanales es para las zonas vulnerables que no tienen cómo pagar un filtro de 200 o 300 dólares, para que la salud de las personas no esté amenazada por consumo de agua turbia.
Zenó: tres años de esfuerzo para garantizar agua potable en comunidades de Lara
«La organización Zenó vino a Santo Domingo para brindarnos un taller sobre cómo hacer estos filtros y fue muy oportuno, porque aquí hay personas que van a buscar agua al río Turbio, estos filtros hace que se purifique para usarla para bañarnos y hasta lavar. El problema del agua aquí sigue caótico, ya nosotros no podemos estar pagando por cisternas para que nos llenen las pimpinas», dijo Antonia Mendoza, habitante.
Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros en el estado Lara, explicó que Hidrolara tiene capacidad para potabilizar el agua y que sea apta para el consumo humano; sin embargo, ha tenido fallas en cuanto a mantener el stock del sulfato de aluminio, usado para el tratamiento del agua.
«Morán, Torres e Iribarren han sido los municipios que han presentado alta turbidez en el agua entre mayo y junio», comentó el ingeniero Gutiérrez. El ingeniero indicó que la falta de químicos es un problema estructural.