Cristina Linárez | LA PRENSA.- Comerciantes exigen que haya un control en los precios de la mercancía cuando llega a los comercios porque ante los altos costos no hay muchas ventas y esto ha debilitado al sector, a pesar de que aseguran que los precios de la carne, pollo y cochino se han mantenido por dos meses. Los precios del proteico rondan entre los Bs. 250 mil a 390 mil.
“Nosotros ajuro podemos comprar una o dos reses porque está muy cara, pero la preocupación son las ventas porque no hay muchas. La gente pregunta y se va espantada con los precios”, dijo Armando Zambrano, un carnicero que fue consultado en el centro de la ciudad.
Zambrano señala que desde que comenzaron las regulaciones, alrededor del mes de julio del año pasado, “todo se fue para el suelo”, ya que asegura que comenzaron a ser notorias las fallas en la distribución de mercancía, descontrol en los precios y las supervisiones de la Sundde que los tiene prácticamente “acosados”.
Sin embargo, según la Asociación de Frigoríficos y Carnicerías del estado Lara y ocho carniceros que fueron consultados el día de ayer, a esta situación se le suma que desde el mes de noviembre del año pasado no se ve ni la sombra del pollo.
“No está llegando casi nada de pollo desde noviembre, solamente pura carne y de a poquita, pero con precios por las nubes”, expresó Marilyn Unda, presidenta de la asociación de carniceros. De 15 carnicerías que fueron visitadas, sólo la que está ubicada en la avenida Libertador con calle 42 tenía pollo.
Unda resaltó que entre los comerciantes hay una gran preocupación, esto debido a que hay carniceros que se han visto obligados a tener que vender otros rubros como: víveres y charcutería para poder trabajar cuando no tienen proteico. Sin embargo, aseguró, sin especificar la cifra, que muchos ya han cerrado porque no han podido con la situación que se vive en el país.
Comprar de a poquito
Ante los altos costos de la carne, cochino y pollo, carniceros aseguran que ahora la mayoría de los guaros compran es de a poquito para poder estirar la plata y poder comprar otros alimentos.
“Uno compra lo más barato, que rinda y de a poquitico para por lo menos consumirlo, no nos queda de otra”, dijo Carmen Álvarez, una señora de 50 años que fue consultada ayer mientras compraba Bs. 50 mil de carne molida.
Al respecto, Pedro Machado, un carnicero que fue consultado, dijo que “no podemos ponerles mínimo de compra a los clientes porque ahora la realidad es otra y cada quien compra lo que de verdad puede”, precisó el comerciante.