William Croes | LA PRENSA.- En Lara no hay cosecha segura. En lo que va de año han proliferado los hurtos a unidades de producción. Productores agrícolas relatan que las personas se llevan toda la siembra en un par de días y además aprovechan de sustraer equipos electromecánicos y productos agrícolas para venderlos a terceros.
A comienzos de año, son cada vez más recurrentes los casos de hurtos de cosechas en los centros de producción. Eran hurtos de unos cuantos sacos de hortalizas, pero la inacción de cuerpos de seguridad y la impunidad ha generado un caldo de cultivo para que se conformen grupos de 20 a 100 personas que ingresan de noche en las plantaciones privadas y arrasan como plagas con hectáreas completas.
En menos de ocho días, en Duaca, municipio Crespo, se han robado 60 hectáreas de siembra de maíz, pimentón y caraotas. Son grupos grandes de personas que se amparan en la oscuridad, saltan los alambres y se llevan todo el maíz tierno de las fincas privadas de la zona, como ha sido el caso de la unidad de producción de la familia Anzola.
Carlos Andrés Díaz, director regional de Confagan, señala que en lo que va de año contabiliza 70 hurtos a centros de producción agropecuarios. “Son personas que esperan que la cosecha esté lista para saquear las fincas”.
Díaz señala que los productores larenses están contra las cuerdas. Están acorralados por la falta de semillas e insumos, pero lo que más los golpea es la delincuencia que saquea las cosechas, amparados bajo la excusa de que “roban por hambre”.
Para evitar estos robos de cosecha, muchos productores han optado por establecer acuerdos con las personas de la zona. Se ha acostumbrado que los dueños de unidades de producción, luego de sacar la cosecha permitan que las personas ingresen para sacar el sobrante y así abastecerse. También atienden a los que con respeto piden un poco de la producción.
“Los productores no estamos aislados de la grave crisis que hay en el país, tratamos de ayudar lo más que podemos a todos nuestros trabajadores, pero las personas no nos pueden pagar así de esta manera”, manifiesta Eugenio Aldasoro, productor del municipio Urdaneta, quien también ha sido víctima de hurtos de menor escala a los ocurridos en Crespo.