José Daniel Sequera | LA PRENSA de Lara – Oliver Padilla estaba ayer en la mañana en el mercado Terepaima con el fin de comprar unos cuantos kilos de pescado, carne blanca que él acostumbra desde pequeño a comer en Semana Santa, pero se asustó cuando vio que el kilo de pargo blanco sobrepasaba los 400 mil bolívares. «Me tocará comprar sardina porque está mucho más barata», se dijo para sí.
Así como Padilla, son muchos los que se atreven a salir de sus casas durante la cuarentena social para comprar un poquito de algún pescado que consigan, para evitar la ingesta de carnes rojas durante la Semana Mayor, sin embargo en menos de un mes el precio de algunas de estas delicias del mar aumentaron al menos 50 mil bolívares.
Después de un recorrido realizado por el equipo reporteril de LA PRENSA por cuatro pescaderías del centro de Barquisimeto, se pudo corroborar que el pescado más buscado era la sardina (completa o en rodaja) porque era la más barata: cada kilo a 50 mil bolívares.
Otras especies que también tenían demanda era la curvina, el carite y la guabina, cuyos precios llegaban a los 350 mil bolívares, cuando hace un mes estaban por debajo de los 300 mil bolívares. El pargo blanco, el atún y el bagre eran los pescados más caros, con precios superiores a los 400 mil bolívares por kilo.
«Yo quería comprar varios kilos de pescado, pero al ver los precios me di cuenta que sólo tenía dinero que me alcanzaba para que mi familia y yo comiéramos una sola vez», fue lo que expresó la ama de casa Estéfany Guédez cerca del mostrador de una pescadería.
De acuerdo al pescadero Mario Aguirre, la venta del rubro en este año es muy inferior a la del año pasado, pero a pesar de la cuarentena, la afluencia de personas se ha mantenido igual desde hace tres semanas.
«En otros Lunes Santo, era ley que ya estábamos buscando más mercancía porque en un solo día se acababa. Ahora la gente pregunta mucho, pero no compra. Por ejemplo hoy no he vendido más de 10 kilos, cuando antes lo mínimo eran 25 kilos», dijo mientras espantaba las moscas de unas guabinas.
Sin embargo, consultados aseguran que prefieren gastar en pescado porque esa es una manera de poder cumplir con las tradiciones de la Semana Santa, celebración que no pueden realizar del todo por la cuarentena. Uno de esos era el jubilado Agustino Barreras.
«Podemos cumplir con Dios y también comemos algo distinto. Uno hace el esfuerzo de poder comprar así sea unas cuantas sardinas», precisó el comprador.
Síguenos en nuestras redes sociales como @laprensalara. Estamos en Twitter, Facebook, Instagram y Youtube.