William Croes | LA PRENSA.- El precio de la margarina chorrea el bolsillo de los consumidores. En todas sus presentaciones ha registrado un incremento en lo que va de año entre 156% y 508% dependiendo de su calidad y tamaño. El complemento ideal para rellenar una arepa o untar un pan se ha convertido, por la crisis económica, en un manjar que muy pocos comen.
Marco Tulio Paradas siempre fue muy quisquilloso cuando de comer margarina se trata. Siempre prefería comprar la Mavesa, pero la marca fabricada por Alimentos Polar se consigue muy poco en el mercado, porque por ser un producto nacional su producción va dirigida en un 80% a los Comité Locales de Abastecimiento Populares (CLAP).
“Esa marca era buena, antes se conseguía en cualquier bodega, pero ahora en ningún lado, a menos que sea a precio bachaqueado”, expresa Paradas. La mantequilla regulada de presentación de 500 gramos tiene un precio de Bs. 2.050, pero a principios de año se conseguía en 800 bolívares.
La mantequilla de lata, que expertos la denominan como un producto premium, por su calidad, textura y sabor es una representación del espiral inflacionario de la economía venezolana. A principios de año costaba Bs. 1. 200 la presentación de 360 gramos, en junio costaba 2.500 bolívares y actualmente se encuentra en 7 mil 300 bolívares en panaderías y en bodegones donde venden delicatesses.
En puestos informales y en tarantines de mercados municipales se vende el tarro de 500 gramos de margarina hasta en 3.500 bolívares. “No soy capaz de pagar un pote de margarina a ese precio, pero si es lo que cuesta es porque hay gente capaz de pagarlo”, expresa Sonia Rojas, una señora que se ha visto forzada a abandonar el hábito de comerse su arepa rellena del derivado lácteo en las mañanas y también de freír los huevos utilizando el producto para que no se peguen en la sartén.