María F. Hurtado | LA PRENSA.- “Tocará guardar carro porque no da la base”, dijo desesperanzado Óscar González, chofer de una línea de autobuses que trabaja en el Terminal de Pasajeros. La poca fe de este conductor responde a sus expectativas de tener una buena cantidad de pasajeros pasa Semana Santa y así tener más ganancias que en los pasados asuetos de diciembre y Carnaval.
Lo dicho por Óscar parece que se contagia con varios de los choferes que estaban cercanos a él, pues consideran que para la Semana Mayor evalúan si descansar o trabajar, porque si en la actualidad han reducido los pasajeros en un 70% no se quieren ni imaginar cómo será para los días santos.
“Es difícil porque podemos salir de aquí con la mitad de los pasajeros y terminar de llenar en la vía, pero en el regreso venimos vacíos y con la escasez de dinero en efectivo, y lo caro de los repuestos de verdad que uno lo piensa mucho”, dijo González.
Los conductores explican matemática básica para argumentar sus razones por la cual dudan trabajar en Semana Santa: Una buseta de 32 puestos que va desde Barquisimeto a Caracas con el pasaje a Bs. 140 mil, debe hacer 7 viajes para comprar un caucho que cuesta Bs. 30 millones si el precio no varía. “Es por ello que apenas damos dos a tres viajes diarios para estirar la vida de los repuestos y que la plata rinda”, explicó Rafael González, otro chofer.
Las rutas cortas también la están recortando. Por ejemplo, para Humocaro, en el municipio Morán choferes alegan que tardan hora y media para cargar y casi siempre salen sin la mitad de pasajeros; en ocasiones terminan de llenar en el camino, pero no siempre pasa y la crisis ha mermado en la cantidad de buses, pues la línea “Los Humocaros” contaba con una flota de 35 autobuses y ahora sólo quedan tres operativos.
“En Semana Santa, probablemente aumentemos el pasaje para medio equilibrar”, afirmó Luis Peña, conductor.
Pago por trueque
Algunos conductores han encontrado solución a la falta de dinero en efectivo haciendo trueques de pago de pasaje por comida o usando otros métodos.
Hemos tenido que llegar a un acuerdo, la mitad en efectivo y la mitad en transferencia”, señaló Héctor Cardozo, chofer, quien explicó que ciertos pasajeros han llegado a pagar hasta con harina, pan o azúcar.
Antes no lo aceptaban, pero en vista de la difícil situación lo han tomado como forma de pago.