Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Joel Segura, nuevo presidente de la Cámara de Industriales de Lara, indicó que el sector está en zozobra ante la amenaza de Fospuca, empresa privada de recolección de desechos sólidos en Iribarren, que embargó un centro comercial al oeste de Barquisimeto el 8 de junio, y que amenaza con demandar a otras 16 empresas por no pagar el servicio desde enero de 2020.
«El año pasado tuvimos varias reuniones con el presidente de Imaubar, el representante legal de Fospuca y del Vertedero de Pavia, en el que dejamos claro que los empresarios no nos negamos a pagar el aseo, lo que nos negamos es a cancelar un servicio que no recibimos», soltó.
Asegura que Fospuca llega a sólo el 20% de las industrias de Lara. «Pasan por las avenidas principales de la Zona Industrial I y III porque en esta última está el Mercado Mayorista de Barquisimeto, pero las calles transversales y en la Zona II el servicio es nulo desde hace dos años», apuntó.
Sostiene que no a todas las empresas les llega el recibo de Fospuca, pero a quienes sí les está llegando, los montos salen reflejados en dólares. «Aunque lo nieguen representantes de Fospuca, las tarifas son en dólares, lo que da a entender que cuando uno vaya a cancelar se debe pagar a la tasa del día», expresó.
Más de 150 agremiados de la Cámara de Industriales de Lara, exigen una reunión con el alcalde de Iribarren, Luis Jonás Reyes, quien es el principal responsable de la recolección de desechos sólidos para que se llegue a un acuerdo con las tarifas. «No es posible que el servicio de todo el municipio recaiga sobre los hombros solamente de los empresarios. Se deben acordar unas tarifas justas, aunque Fospuca alegue que el servicio en todo el país se calcula de acuerdo al tamaño de las industrias y comercios, la realidad es que una industria que mida 500 metros en Lara ya no tiene la misma cantidad de empleados ni produce tanta basura como hace 10 años por la crisis económica actual», destacó.
Sostiene que en ciudades como Miami y Nueva York, en Estados Unidos, la recolección de una tonelada de desechos sólidos cuesta entre 400 y 450 dólares. «No es posible que en Barquisimeto el servicio sea más caro», exclamó.