Osman Rojas | LA PRENSA.- Hace dos meses y medio Ana Álvarez, habitante de la comunidad Valle Lindo 2, recibió en su residencia una bolsa de comida proveniente de la red Mercal. La señora y su hija (una pequeña de 10 años que sufre de parálisis cerebral), recibieron con beneplácito la bolsa y preguntó si se le podía incluir pañales y leche maternizada en una próxima ocasión, los miembros del Consejo Comunal la censaron pero hasta ahora nadie le ha dado una respuesta.
Parecido es el caso de Aída Zambrano, madre de un niño de 2 años quien pidió hace poco más de un mes que se agregara leche maternizada a la bolsa que la comunidad entrega pues, su pequeño está malnutrido y la madre confiesa que debido a la situación del país ha tenido que alimentar a su pequeño con pasta y arroz.
“Soy madre soltera y debo trabajar todos los días para poder comprar comida, no tengo tiempo de hacer colas y una vez escuché al Presidente Maduro que se meterían fórmulas en las bolsas. Ya nos censamos las madres pero todavía no nos dicen nada”, relató con tristeza la señora, mientras esperaba carro en una parada de la avenida Libertador.
Y es que la escasez de leche maternizada y pañales en las farmacias ha llevado a las madres a elevar su voz para pedirle al Ejecutivo nacional que en las bolsas que suministran los consejos comunales de forma mensual se tome en cuenta la alimentación de los más pequeños.
“Encarecidamente le pedimos al Gobierno que no piense sólo en matarle el hambre a los venezolanos. Es necesario que se mejore la alimentación de los niños para que su desarrollo sea con total normalidad”, contó Guadalupe Durán, quien exhortó al Gobierno para que las bolsas lleguen con mayor regularidad.