Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Enfermarse en Venezuela es un padecimiento de los que muy pocos se pueden librar. La falta de medicamentos a nivel nacional (se estima que la escasez alcanza un 85 %) y las fallas estructurales en los hospitales (la Federación Médica Venezolana (FMV) considera que los centros de salud tienen una inoperatividad del 80 %), condena a los pacientes a una agonía que parece no tener fin.
«Es triste, pero enfermarse es comenzar a morir», con esas palabras el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, resumió en días pasados la realidad de los pacientes en Venezuela.
«Es prácticamente imposible cumplir un tratamiento en el país. Si no es por la escasez es por el precio que tienen medicamentos en el mercado. Esta es una condena para los enfermos», decía el especialista al resumir la crisis médica venezolana.
El karma que deben atravesar los pacientes en el país quedó reflejado en el informe entregado por Michelle Bachelet, alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien reconoce que «la situación sanitaria del país es gravísima. Los hospitales carecen de personal, suministros, medicamentos y electricidad para mantener en funcionamiento los equipos».
En el informe no están precisadas la cantidad de personas que han muerto en los últimos años a causa de esta situación. En el 2014, el Gobierno nacional decidió eliminar los boletines epidemiológicos y desde entonces solo las fundaciones y los médicos de comunicación llevan registros de morbilidad y mortalidad.
«De a poco nuestros hospitales se convierten en morgue», llegó a decir el doctor Carlos Angulo, neurocirujano e integrante de la junta directiva del Colegio de Médicos en la región, quien asegura que los pacientes deben lidiar con contaminación dentro de los centros públicos.
«Si no se mueren por la enfermedad se mueren por bacterias», sostiene el especialista que llegó a definir la crisis sanitaria como una plaga que acaba con los venezolanos.
Sin máquinas en hospitales
Aunque suene ilógico, en los hospitales venezolanos no se hacen ni placas. De acuerdo a los números revelados por la Federación Médica Venezolana, en los centros de salud pública hay una paralización de equipos que supera el 85 %. Tomógrafos, máquinas de rayos x, mamógrafos, nada funciona en los centros asistenciales.
«El Gobierno ha privatizado la salud», ha señalado en reiteradas ocasiones el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en la región, quien señala que en el estado hasta una placa se debe pagar. «Nada es gratuito. Paciente que no paga no tiene acceso a la salud», señala.
El especialista recordó los casos de tomógrafos dañados en el Hospital Central y la ausencia de un laboratorio para practicar pruebas de rutina. «Es ilógico que acá tengamos equipos sin reactivos. Hasta una prueba de orina es pagada en laboratorios privados y eso es algo que se tiene que corregir», señala el dirigente gremial.