Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Tratan de hacer todo lo posible por cubrirles la espalda de talco e improvisan con pañ;ales de tela en casa. Es una medida común entre familiares con pacientes en cama permanente, quienes no cuentan con más de $20 semanales para los pañ;ales desechables de adultos y ni los $95 que puede costarle un colchón antiescaras. Viven con el temor que padezcan esas úlceras en la piel por tanto calor y hasta irritación en genitales por la orina enchumbada entre trapos viejos.
Señ;alan que mínimo se llegan a usar tres pañ;ales diarios y que comprándolos detallados en farmacias cercanas al Hospital Central Antonio María Pineda, el gasto es de $2 cada uno y de $10 el paquete completo. «Mi cuñ;ado ya no encuentra qué hacer y han tenido que optar por pañ;ales caseros de tela», lamenta Mariela Vargas, de su hermana con 19 añ;os padeciendo artrosis y desde 2021 no puede caminar.
Se preocupan porque la paciente es obesa, superando los 100 kilos y siempre buscan evitar que el calor le produzca escaras. «No tenemos para un colchón antiescaras y cuesta para tenerle los pañ;ales», admite. Asegura, además, que es difícil encontrar una silla de ruedas que llega a costar $400 mientras ven como un lujo la silla para evacuar que ronda los $200. Viven el riesgo latente para movilizarla hasta en la propia casa, por el peso y la condición de esta paciente.
Mientras Mary Mendoza, también lamenta que su hermano Robert Mendoza está padeciendo de problemas neurológicos, incluso con algunas convulsiones y suele perder la estabilidad. Les ha tocado el uso de pañ;ales, pero no pueden asegurarles los tres diarios e incluso hasta trata de ubicarle las toallitas húmedas más económicas, esas que llegan a costar 5 bolívares.
Son gastos que no pueden cubrir, desde la higiene que debe ser permanente con el uso de jabón, talco o cremas para la piel. Además del presupuesto para tratamiento permanente y que en caso de lesiones cutáneas podría ocasionar el costo adicional por curas con especialistas y que siendo particulares se encuentran alrededor de 10 dólares.
Es todo un escenario con la dedicación exclusiva para la asistencia en casa, que también puede presentar inconvenientes al tratarse de pacientes que deben estar solos mientras los familiares trabajan. Tiempo decisivo para mayor exposición a pañ;ales de tela o con la fatiga por el calor que suele concentrarse en la espalda, al estar en espacios sin la debida ventilación. Una vigilancia que también exige el acompañ;amiento y evitar recaída emocional.