José Daniel Sequera | LA PRENSA.- Entre acordes de violines y cuatros, la orquesta Mavare en conjunto con estudiantes de licenciatura de Música de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) ofrecieron ayer en la noche por decimosexto año consecutivo la serenata a la Divina Pastora.
La directora de la orquesta, Liubaelena González fue la encargada de dirigir el recital. Ella comentó la emoción que sentía al estar al frente de esta presentación en compañía de la UCLA.
“Es un gran honor para mí, porque ya es mi tercer año consecutivo dirigiendo esta serenata”, confesó la reconocida violinista.
Nelly Velásquez, rectora de la UCLA, también estuvo presente en el concierto, y aseveró que la actividad era el refuerzo de la devoción que siente la casa de estudios que ella dirige.
“Estamos aquí para pedirle a la virgen que devuelva los valores que tanto se han perdido. Sé que con la música, y las oraciones que enviamos hoy, se abrirán las vías del bien”, agregó.
La empedrada Plaza Bolívar de Santa Rosa fue el escenario para que los 40 músicos, ataviados en elegantes trajes de gala, interpretaran su repertorio.
En conjunto fueron 36 temas típicos de la música tradicional guara que fueron interpretados a las más de 500 personas que estaban presentes en la plaza.
Temas como “Mi bello amor” y “Cómo llora una Estrella”, este último cantado por la soprano Cheíta Quintana, llevaron a que la audiencia rompiera en aplausos. El cantante Jonathan Acosta también formó parte de la velada.
“Servir con gozo”
Antes de la serenata, el padre Omar Gutiérrez, capellán de la UCLA ofició una misa en la iglesia de Santa Rosa, que contó con la presencia de las principales autoridades de esa casa de estudios superiores.
Durante su homilía, Gutiérrez señaló que los católicos debían “servir con gozo”, y demandó a que se siguiese la fe de Dios por devoción y no por moda.