Ágatha Reyes | LA PRENSA.- La carrera por lograr las sillas municipales arranca sin contemplaciones. Oficialismo y oposición sacan al ruedo sus maquinarias para lograr capitalizar las nueve alcaldías del estado Lara en una campaña electoral de tan sólo 15 días.
Para el oficialismo Palavecino y Jiménez se han convertido en trofeos preciados por ser las únicas alcaldías que aún están en manos opositoras, luego que Iribarren pasara a la tolda roja motivado a una sentencia del TSJ donde se destituyó a Alfredo Ramos y asumiera el mando Teresa Linárez.
Mientras que la oposición está decidida a mantener los dos “espacios democráticos”, además de recuperar Iribarren y el resto de las municipalidades que permanecen aliadas al Gobierno Nacional.
Iván Lugo, coordinador electoral del PSUV, detalla que desde hoy todas las estructuras municipales y parroquiales estarán activas para mostrar las caras que representan “el legado de Chávez”, y explica que trabajarán de la mano de los movimientos sociales Somos Venezuela, Chamba Juvenil, CLAP y grupos de juventud y mujeres para cumplir con el 4 x 4 y 1 x 10 “infalibles” en cada evento electoral.
Detalla que en 7 de los nuevos municipios muestran caras nuevas, mientras que en Torres y Urdaneta apuestan a la reelección “Vamos a repetir con Ladino y Carrasco”. En el caso de la oposición, Ernesto Sepúlveda, dirigente de Avanzada Progresista (AP), partido opositor protagonista de las municipales, cuenta que en cada municipio tienen lista la logística de movilización y la estrategia conforme a la necesidad de cada municipio.
Explica que en el caso de Palavecino han desarrollado una estrategia de activismo en horas de la mañana que permita ratificar “el liderazgo de José Barreras en el municipio”, refiere que continuarán con los puntos azules para informar a la ciudadanía los nombres de los candidatos que en su mayoría pertenecen a AP.
En Iribarren buscan retomar la dirección del municipio y rescatar de forma organizada el voto popular para ganar la mayoría o totalidad de las alcaldías.
Ambas toldas tienen el reto de ganar la confianza del electorado larense en una campaña relámpago de dos semanas.