Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Ni las restricciones por la pandemia ni los riesgos que implican el COVID-19 han derrotado la buena voluntad y solidaridad de organizaciones de ayuda al prójimo, como Cáritas Parroquiales, cuyos miembros no sólo siguen llevando ayuda a los más vulnerables, sino que además mantienen sus puertas abiertas para recibir el apoyo de voluntarios.
«Definitivamente ha aumento la caridad, la gente se ha sumado y han realizado sus donaciones», dijo el padre Omar Gutiérrez, presidente de Cáritas Lara.
Aseguró que de las 60 Cáritas Parroquiales que están distribuidas en los municipios del estado están trabajando conforme a sus posibilidades, por lo que cada una lleva su autonomía y su propia planificación, sin embargo, destaca que en cada una de ellas se atienden semanalmente más de 150 personas con alimentos.
El padre Miguel Ángel Bombín, de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, aseguró que Cáritas Parroquial se mantiene trabajando con el programa de alimentación y atención médica.
«Tenemos un equipo de Cáritas Salud que está conformado por algunos doctores y enfermeras, que trabajan en dos campos, en el de entrega de medicinas y en la atención a los enfermos», dice Bombín, destacando que mensualmente realizan una jornada de atención médica y así mismo alrededor de 500 personas se benefician con la entrega de medicamentos que reciben por donaciones de la feligresía y de organizaciones como Fundación Nena.