Maryurie Rivero | LA PRENSA.- “No puede ser posible que tenemos que estar suplicando a Dios que caiga un chaparrón y así tener agua y de paso se nos va la luz”, así lo gritaba Yubisay Rodríguez, quien estaba protestando por la falta de agua que ya tiene aproximadamente un mes y las fallas del fluido eléctrico que llevan 2 días, en el Barrio 5 Julio y en algunas partes del sector José Gregorio Hernández.
Detrás del humo negro que salía de los cauchos quemados que se encontraban trancando el paso de la avenida principal de 5 de Julio, estaban los habitantes enardecidos. Entre gritos denunciaban las deficiencias por parte de Aguas Lara y Corpoelec.
Treinta y tres días para ser exactos llevan estos barrios sin agua, pero la falta de luz que ya tiene dos días, fue lo que los impulso a explotar el problema.
Los habitantes afirman que han ido a las sedes de la hidrológica larense para que les den soluciones a su problemática pero no les dan ninguna respuesta.
A las fallas de agua se les suman estos dos días sin luz, pero desde hace tres meses tienen intermitencia en el servicio. “Corpoelec lo que hace es venir medio arreglar y se va. Es por esto que se nos sigue yendo la luz, porque la arreglan por encimita”, argumenó José Blanco.
Ellos denuncian que los niños son los más afectados, pues han tenido que darles agua de lluvia hervida para tomar. Cuentan que a muchos les ha afectado el estomago y se lo achacan al agua “sucia”.
“Si la gobernadora sigue sin hacer nada al respecto le llegaremos directamente a ella”, dijo Sonia Escalona, habitante del 5 de Julio.
Los cisterneros “pasan una vez a la cuaresma” y estos les cobran 600 mil bolívares en efectivo para llenarle pipas de agua, si es por transferencia salen en 3 millones de bolívares y si no tiene dinero llegan a pedir un intercambio de comida por agua.