Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La conciliación es útil para evitar que se atente contra la convivencia ciudadana, pero desde la Prefectura de Iribarren reiteran la necesidad de imposición de multas que van desde Bs. 200 a 400 para personas. Conoce de fallas más severas que exigen la sanción tributaria y que por la gravedad pueden ser de 5 petros y en el caso de locales clandestinos puede llegar a 10 petros.
Según el prefecto, Víctor Hernández, trabajan en conjunto con los jefes civiles de parroquias y con los cuadrantes de paz para atender las denuncias formuladas en comunidades y hasta realizar abordajes para descubrir en flagrancia a quienes falten a las normas de convivencia ciudadana. «Se trata de ruidos molestos, quema, alteración del orden público, ingerir bebidas en lugares indebidos, entre otras«, esto de acuerdo a la Ley de Prevención, Seguridad, Convivencia y Paz Ciudadana de Lara.
Aclara que no son delitos, pero atentan contra la convivencia ciudadana y así lo confirman en los 80 operativos de supervisión y control realizados desde mayo de 2022 hasta marzo de 2023. Unión es la parroquia de mayor incidencia. Han supervisado 320 establecimientos, donde la venta de bebidas alcohólicas debe ser tapada, porque sólo se permite ingerir en restaurantes, tascas, clubes y discotecas. Se infringe la norma cuando clientes en licorerías o bodegones obstaculizan el paso, ocasionan ruidos molestos por escándalos en la calle, peleas o vehículos con sonido a todo volumen. Además de transformar la vía en urinarios, debido a la falta de bañ;os.
Reitera el prefecto Hernández, que hasta para las vendimias o verbenas profondo por problema de salud de una persona, en comunidades, deben tener el permiso y las primeras sólo se autorizan hasta las 5:00 pm y de tratarse de realizarse en la calle, también requiere el permiso de la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT). Sólo las verbenas en las que agrupaciones musicales actúen, les permiten un poco más de tiempo, pero no para amanecer como en las discotecas.
El diputado, Rafael Montes De Oca, dijo que se requiere de mayor vigilancia y que los afectados insistan en denunciar los casos. Conoce de zonas residenciales cercanas al Centro Comercial Río Lama, donde generalmente se quejan por redes sociales del exceso de volumen hasta la madrugada. «No sólo es la contaminación sónica, sino también la quema de basura e insalubridad por desechos y hasta desborde de cloacas durante varios meses«, denuncia.
Es un malestar que se siente en vecinos de la Ruezga Sur, cuando Lesbia Montilla se queja de la falta de conciencia de algunos habitantes que arman la parranda desde los jueves y la música al máximo volumen espanta el sueñ;o de quienes aún deben trabajar los días viernes y sábados.
Alina Sosa, también reside en la avenida principal de este sector y le toca aguantarse el alboroto del bodegón cercano. «Es tan inaceptable que tres veces hemos tenido que arreglar el portón que se oxida por el orine de los borrachos«, se queja de ese gasto que es compartido con el resto de residentes de esta vecindad. Además de recalcar los problemas por la acumulación de hojas de inmensos apamates, ceibas y jabillos que obligan a estar barriendo el área, además de la molestia de quienes no les gusta colaborar con la limpieza.
Vendedores informales también se sienten afectados. Así lo señ;ala Angie Briceñ;o, quien dijo que su lugar de trabajo es usado como urinario y que debe echar jabón a diario. Daniel Álvarez denuncia que vecinos arrojan la basura en la acera en días que no pasa el aseo y los perros rompen las bolsas, quedando el desastre de desechos.
