José Sequera Rivero|LA PRENSA.- Hernán Escalona llega a la charcutería y casi le da un soponcio cuando ve la tabla de precios porque el kilo de jamón de pierna está en 15 mil 500 bolívares. Comienza a sacar cuenta y prefiere solo comprar medio kilo de fiambre. Se resigna y trata de pensar que se come el más exquisito embutido al tiempo que se ahorra el bolsillo.
Así como Escalona, muchas personas están notando que hacer las acostumbradas compras de jamón se están volviendo todo un lujo, así que la mortadela y el fiambre han ganado popularidad como el relleno que todos los guaros quieren.
Néstor Olivo, quien trabaja en un comercio ubicado en la calle 60, afirmó que los precios de la charcutería aumentaron más de un 200% en un año, y que por esto el negocio que atiende está sobreviviendo a punta de las ventas de mortadela y fiambre.
“Hace 1 año el kilo de jamón de espalda estaba en 2 mil 500 bolívares, ya ahorita ronda los 16 mil. Por eso tanto la mortadela como el fiambre se está vendiendo mucho más, esos son los productos que nos están salvando la patria”, detalla Olivo.
Tal historia fue confirmada por la señora Nieves Delgado, quien se encontraba a las afueras de un frigorífico y dijo que ella no compra jamón desde que este llegó a 4 mil bolívares el kilo.
“Hubo un momento en el que no pude gastar más plata en jamón, así que me tuve que acostumbrar a la mortadela Caracas y fiambre Arichuna. Ya le agarré el gustico”, comenta Delgado entre risas.
Pero el jamón no es el único rubro charcutero que ha desaparecido de los platos de los guaros por los altos precios que registran.
Tal es el caso del salchichón, cuyo precio varía según la marca, que en su mayoría son importadas y que aún las de elaboración artesanal se han puesto exagerandamente costosas.
Oscar Castillo, dueño de una pizzería cercana a la urbanización El Obelisco, expresó su tristeza al ver que su acostumbrada compra de salchichón se vio reducida por el alto costo. Una pieza de este producto muy común en las pizzas, puede llegar a costar hasta 27 mil bolívares.
“Yo llegaba a comprar hasta el tolete completo cada dos días, ya ahora de broma y compro 250 gramos y eso no todos los días. A las pizzas de mi negocio les rindo el salchichón al picarlas en triángulos.