Rodríguez/Jordán | LA PRENSA DE LARA.- La salud de los venezolanos fue puesta en las manos del beato José Gregorio Hernández, sobre todo en medio de una pandemia en un país con una grave crisis sanitaria, esperando que sea él quien devuelva la salud. Así lo expresó monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, durante la misa en la iglesia Altagracia, en conmemoración de los 157 años del natalicio del médico de los pobres.
«El mismo papa Francisco nos dijo cuando nos reunimos con él, que buscáramos el milagro en la canonización. Es por ello, que la pandemia la ponemos en manos del doctor José Gregorio Hernández, él ya sabe lo que es acabar con una enfermedad», destacó Basabe.
Monseñor instó a todos los guaros y a los venezolanos a seguir el ejemplo del beato, ya que era noble con las personas que más lo necesitaban, «eso es lo que necesita el país», dijo.
En la iglesia Altagracia muchas personas se acercaron para escuchar la misa, pero debido a las medidas de bioseguridad varios se quedaron a las afueras del templo. Dentro del mismo, el tapaboca fue siempre requerido y en la entrada tomaban temperatura y aplicaban alcohol.
Celebran
Con cantos, alegría y un gran compartir también rindieron honor al venerable en la sede del Proyecto Juvenil Misionero (Projumi), de la Arquidiócesis de Barquisimeto, ubicado en la carrera 18 con calle 30 de la ciudad, donde colocaron la imagen del médico de los pobres y los devotos fueron llegando al lugar.
Desde las 7:00 de la mañana del día de ayer empezaron con una misa y posterior a eso los cantos y demás actividades, en especial cantar cumpleaños rodeados de feligreses y devoción. «Es un momento importante para destacar y promover las acciones de José Gregorio Hernández», dijo Gerardo Pastrán, director de Projumi.
En la celebración estuvo el padre Badoglio Durán, quien dijo que se trata de una fiesta en Venezuela porque es la primera celebración para José Gregorio Hernández siendo beato «y en otros estados del país y otros países también celebran».
En las actividades estuvieron presentes varios devotos. María Quevedo destacó entre la multitud al vestir el traje de médico, simulando a José Gregorio Hernández en agradecimiento por la salud de su hija de 27 años.