Agatha Reyes | La Prensa.- El cierre de más de 98 medios de comunicación en Venezuela ha generado una alerta roja en el gremio periodístico, lo que llevó a que profesionales de la comunicación, gráficos y directivos de medios de Lara, Yaracuy y Portuguesa tomaran las calles de Barquisimeto, para solicitar a las autoridades regionales sirvan de enlace con el Gobierno nacional y se busque respuesta a la falta de materia prima.
Y es que el ejercicio periodístico ha sido altamente golpeado por la crisis y la persecución que, según el sacerdote Alfonso Maldonado se genera porque “sólo se intenta que se sepa lo que agrada a quienes están en el poder”; sin embargo, considera que “esa verdad” debe ser contrastada con lo que padece hoy el venezolano.
Sus palabras trastocaron las fibras de quienes acudieron ayer a la Iglesia Concepción para la celebración de una misa, en la que periodistas solicitaron se respete el derecho a la información en Venezuela.
Durante la homilía, Maldonado comparó la labor del comunicador social con los profetas durante el tiempo de Jesús en la tierra, pues estos eran “incómodos”, situación que dice se repite hoy, pero con los periodistas que llevan la verdad “con palabras tan cortantes como espadas de doble filo”.
El religioso precisó que a pesar de las trabas el periodista debe seguir llevando la noticia que conduzca a la paz que debe respirarse en cada esquina. “No aquella de ficción o caricatura, sino aquella que debe respirarse en cada esquina de una ciudad”.
Son la noticia
La paciencia se agotó. Históricamente, los periodistas han cumplido con la innegociable regla del oficio de no ser ellos la noticia; sin embargo, ayer esa máxima fue violada cuando, a las 10:30 de la mañana, los comunicadores de Lara, Portuguesa y Yaracuy salieron a protestar por la falta de insumos para la elaboración de periódicos y el cierre masivo de emisoras radiales y canales de televisión.
Bajo la consigna “informar no es un delito”, trabajadores de distintas áreas de los medios de comunicación marcharon pidiendo a las autoridades permitan el ejercicio de su oficio. La primera parada de la concentración se realizó en la Alcaldía de Iribarren. A las 10:43 de la mañana el grupo de comunicadores pidió a las autoridades que bajaran para entregarles un documento en el que reseñaban las dificultades que deben solventar los periodistas para conseguir la información y los periódicos para obtener los insumos para las publicaciones.
El clamor de los profesionales no fue escuchado. El alcalde Luis Jonás Reyes no bajó y en su lugar asistió el equipo de prensa de la alcaldía que, pese a recibir el documento, no aportó soluciones a la demanda de los marchantes.
“Canadá es el principal proveedor de papel y tiene un bloqueo contra Venezuela”, fue lo que argumentó Patricia Brolati, jefa de prensa de la alcaldía, cuando escuchó a los periodistas. La respuesta de la funcionaria no gustó a los manifestantes que empezaron a pitar lo dicho por la comunicadora.