martes, 5 noviembre 2024
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Línea blanca está por las nubes

Jesús Alí Oviedo | LA PRENSA.-  La señora Gisela Salom, quien es empleada do­méstica, contó que su co­cina se dañó hace dos meses y quedó práctica­mente inservible, a partir de ahí comenzó su dolor de cabeza por los altos costos de los electrodo­mésticos.

Y es que en Barquisi­meto una cocina nueva de cuatro hornillas cues­ta entre 1 millón y 4 mi­llones de bolívares. “Yo no gano la plata ne­cesaria para comprarme una cocina nueva”, dijo con cierta tristeza Salom, quien resolvió su situa­ción con una cocina usa­da que le regalaron, pero tuvo que hacerle repara­ciones y aún así gastó más de 120 mil bolívares.

La inflación han hecho que los artefactos para el hogar estén llevando pol­vo en los comercios pues los precios están por las nubes y las ventas por el piso.

Una persona que gana salario mínimo no tiene para comprar una cocina de paquete, aunque hay otros productos como las planchas, batidoras, li­cuadoras y cafeteras que hasta hace tres años po­dían adquirirse, ahora tampoco se puede por­que alcanzan hasta el mi­llón de bolívares.

Un comerciante de ori­gen árabe que tiene su lo­cal en el centro de Bar­quisimeto cuenta que el precio del dólar paralelo es el que está determi­nando el valor de los electrodomésticos, debi­do a las limitaciones que ha puesto el Gobierno nacional para la adquisi­ción de divisas les toca ingeniárselas para man­tener los negocios surti­dos, agregó que la situa­ción se intensifica cada vez más.

Los trabajadores de una tienda de electrodomésti­cos de Barquisimeto con­taron que cuando las per­sonas preguntan por los precios se espantan, es más, detallaron que casi no llegan clientes. Además los empleados destacaron que para al­gunas personas la sor­presa es mayor debido a que las marcas que ofre­cen, en la mayoría de ocasiones, no son reco­nocidas, pero están igualmente costosas.

Sin embargo, hay equi­pos eléctricos o electróni­cos que para el ciudada­no de a pie serán un sue­ño, como las lavadoras que superan los Bs. 7 mi­llones.

Ante esta situación, Le­onel Díaz dijo: “no queda más opción que cuidar las cosas que uno tiene en casa, de verdad, hay que tratar los corotos con amor, porque con esos precios sólo el rico puede comprarlos”.

En los últimos años la crisis que atraviesa el pa­ís afecta a los más po­bres.

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