Leidi Reyes | LA PRENSA DE LARA.- Incluir la carne en las comidas diarias parece ser impensable. El alto costo y el bajo poder adquisitivo son las razones, según los larenses.
Marisol García, ama de casa, indica que se las debe ingeniar para rendir lo poco que puede adquirir. «Uno tiene que comprar medio kilo de carne para la semana. El pollo hay que dividirlo para tres ocasiones o comprar la pechuga para rendirla con verduras, porque no alcanza el dinero».
Simón Rodríguez, carnicero en el Mercado San Juan, detalla que las ventas han bajado entre 75 a 85% en lo que va de añ;o y lo asocia a la disminución del poder adquisitivo de los venezolanos.
«Las ventas están malísimas. La gente no tiene cómo comprar carne porque no cuenta con el dinero suficiente. Por lo general, las que más compran son de mechar o molida porque son las más económicas, oscilan entre 5 a $5.5», precisa.
Nasyibe García, vendedora, contó para el Diario La Prensa que deben hacer sacrificios para consumir la proteína y deben elegir entre las más económicas para que el dinero les pueda alcanzar. «Compramos carne pero poca, no como era antes. Ahora elijo lo poco que me alcance para pollo o carne molida, además son las opciones que más rinden».
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