Osman Rojas D. | LA PRENSA de Lara.-& ;Lara vive su etapa de mayor virulencia. Desde el pasado 13 de marzo, cuando en el país se registró el primer caso de coronavirus, la entidad centroccidental ha contabilizado 103 contagios. La mayoría de estas infecciones han aparecido en las últimas tres semanas pues, hasta el 01 de junio, se contabilizaban tan sólo 40 personas positivas por COVID-19.
La pregunta que todo el mundo se hace es ¿cómo aumentaron los casos por coronavirus en medio de la radicalización de la cuarentena? Expertos señalan que en la región se ha vivido un confinamiento bastante atípico. Si bien es cierto muchas empresas han parado sus actividades laborales, también es cierto que en las calles las personas siguen aglomerándose y exponiéndose al virus.
«La flexibilización ha sido un bochinche. La gente no se cuida como debe ser», explicaba el doctor Antonio González Mata, médico infectólogo, a la hora de ser consultado por LA PRENSA y el aumento de los casos recientes. Agrega el especialista las colas de comercios de venta de comidas o en las bombas de gasolina son un caldo de cultivo que, más temprano que tarde, terminará con la aparición de cientos de casos comunitarios.
Lo que más preocupa a los expertos en medicina es la manera en la que el coronavirus ha ido ganando espacios dentro del territorio regional. Hasta ahora Iribarren es el municipio que más casos tiene con 48 mientras que en Torres se han reportado 24 contagios. Jiménez tiene siete casos mientras que en Palavecino y Simón Planas tienen 6 y 5 respectivamente.
«Lo peor es que nuestros hospitales no tienen cómo atender a tantos pacientes. Hemos descuidado el sistema de salud y nos hemos preocupado por fortalecer los Barrio Adentro y CDI descuidando el sistema tradicional. Ese es un grave error», decía el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara.
De acuerdo a los datos aportados por la gobernación de los 103 casos que hay en el estado, 63 se encuentran bajo cuidado médico, 38 se han recuperado y van dos muertos. A diferencia de lo que pasa en todo el mundo, Lara se caracteriza por el rango de edades de sus contagiados. Carmen Meléndez, gobernadora de la entidad, explicó ayer que hay 30 enfermos con edades comprendidas entre los 20 y los 29 años. A eso hay que sumarle 15 casos entre los 10 y los 19 años y otros siete entre los 0 y los nueve años. En total 52 personas infectadas por debajo de los 31 años.
«No somos inmune. El virus está por ahí», dijo la gobernadora en un claro mensaje a la población joven para que se cuidara. Entre los contagiados que contabiliza el estado destacan 29 casos comunitarios y 66 importados. Las autoridades también hablan de cinco casos de infectados de contactos con viajeros.& ;
Fallan los controles
Los controles sanitarios son el talón de Aquiles de las autoridades regionales. Aunque tres días después de haber detectado el primer caso de coronavirus en el país se declaró un estado de emergencia sanitario las recomendaciones epidemiológicas no se han respetado.
En reiteradas ocasiones este medio de comunicación ha publicado las violaciones a las medidas sanitarias. Basta con darse una vuelta por las principales calles de la ciudad para darse cuenta de cómo las personas salen y se aglomeran.
Otra de las cosas en las que han fallado las autoridades regionales es reducir la cantidad de unidades de transporte disponibles para el traslado de las personas. La gente sigue saliendo y en los rutas se ve como el distanciamiento social es un chiste pues las personas van una al lado de la otra. «Eso es una bomba biológica», dicen los especialistas.
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