Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- En Venezuela hay mucho temor de que el coronavirus llegue, pues los médicos alertan que la nación no está lista para hacerle frente a un agente patógeno que puede ser mortal si no es tratado a tiempo. Mario Villarroel, presidente de la Cruz Roja Venezolana, es uno de los primeros en advertir que la nación no tiene cómo enfrentar este virus, pues asegura que «todavía no hay las medicinas y tampoco el tratamiento adecuado».
Es así como surgen las preguntas de las mil lochas es: ¿cuenta Venezuela con un sistema de salud que pueda frenar la entrada de un virus al país? o ¿puede el sistema de salud garantizar la atención adecuada a un paciente contagiado? De acuerdo a los médicos las respuestas a estas dos interrogantes es la misma: de ninguna manera.
Desde mediados del 2015, cuando la Federación Médica Venezolana empezó a denunciar la crisis hospitalaria, los centros de salud públicos perdieron la capacidad de atender epidemias. Esto quedó evidenciado en el 2016 cuando al menos 12 millones de venezolanos sufrieron de chikungunya y el Estado no tuvo cómo darle respuesta. «En su momento no teníamos cómo hospitalizar a esos pacientes. Eran enfermos de fiebre y dolor muscular. Eso nos sobrepasó», decía el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara.
De esa epidemia han pasado cuatro años; sin embargo, las condiciones hospitalarias siguen siendo paupérrimas. En los centros públicos, por ejemplo, no hay lugares de aislamiento acordes para atender estos casos, lo que significa que, de presentarse un contagio, el enfermo tendrá que hacer vida con otros pacientes en una emergencia común o en un área hospitalaria.
Aunque la OMS todavía no ha determinado cuál es el traje de bioseguridad que deben usar para tratar a pacientes contagiados algunos portales médicos señalan que es necesario usar guantes, batas, tapaboca y lentes para evitar el contacto directo con el virus. Esta regla sería casi imposible de cumplir en los hospitales públicos del país, pues los datos de la Federación Médica Venezolana (FMV) revelan que en los centros de salud el 90% del material médico-quirúrgico escasea. «Hasta el guante le pedimos a los familiares», decía en días pasados el doctor Douglas León Natera, presidente de la FMV.
Otro de los factores para evitar la propagación del virus es el lavarse constantemente las manos. En este apartado los hospitales sufren otro revés, pues el 60% de las instituciones públicas del país, seis de cada diez, tienen problemas con el agua potable. «No estamos preparados ni para atender un dengue. Las condiciones hospitalarias son muy pobres», decía el doctor Ruy Medina, exdirector sectorial de Salud en el estado Lara.
De manera oficial no hay una prueba rápida que sirva para diagnosticar el virus; sin embargo, el 07 de enero los científicos chinos desarrollaron una prueba partiendo del genoma del virus, un ‘zoom’ a su ARN. Desde ese momento las pruebas han ido avanzando a pasos agigantados y muchos países desarrollados están trabajando en su propio método para detectar el virus; no obstante, en Venezuela la realidad es otra, pues en los laboratorios escasean los reactivos para hacer hematologías simples.
«La realidad es que no hay cómo hacerle frente a un virus como este«, es la triste reflexión que hacen los médicos consultados.
Aunque expertos señalan que esta enfermedad podría ser fácil de atender, las condiciones hospitalarias que hay en el país hacen ver al coronavirus como una de las plagas descritas en la biblia para acabar con el mundo. «El virus nos está llegando en una situación compleja», señala el infectólogo Julio Castro, en una entrevista publicada en el portal informativo Venezuela al Día.