Guiomar López | LA PRENSA.- Antes ni la miraban y ahora la morcilla es la opción más económica para los consumidores. La “negrita” está salvando el menú, cuando la carne supera los Bs. 50 mil y el hígado ronda Bs. 40 mil. Natural o picante se consigue entre Bs 15 mil a 20 mil, para los almuerzos de los larenses.
El alza de precios que también golpeó a la morcilla la ha desaparecido temporalmente de algunas carnicerías. Jorge Luis Fernández, dueño de “La gran bendición”, explica que a veces no la consiguen porque proviene del cerdo y el porcino aumentó considerablemente hasta a Bs 70 mil por kilo. De allí, sacan la madeja, víscera que rellenan con la sangre que previo se cocinó con aliños picados chiquiticos, orégano, arroz y algunas con picante. Mientras el chorizo se complementa con picadillo de la papada de este animal.
Explica esa cadena de costos que empiezan por sacrificar el cerdo y el riesgo de no tener salida, además del kilo de sal a más de Bs 6 mil, el ajo en Bs 40 mil por kilo y sin sumar los aliños verdes. Mientras el chorizo criollo que estuvo entre Bs 15 mil a 20 mil, ya oscila en Bs 35 mil a 40 mil, sin mencionar los importados hasta en Bs 60 mil.
Esto conlleva a Deivis Rivero, dueño de “Carnicería de Jesús”, a preferir que se la traigan los proveedores. “Antes apenas pedía 5 kilos a la semana, porque la gente ni la miraba y ahora les toca llevar lo que haya. Compran hasta 30 kilos a la semana, prefiriendo la aliñada”, señala del cambio del consumidor, que ni puede decidirse por el popular traste asadura a Bs 40 mil.
Pero el lamento de los consumidores empieza porque apenas les queda el aroma de la carne. Precios inaccesibles que apenas les permite comprar medio kilo y “estirar” las porciones complementadas con vegetales. “Lástima por aquellos que no les gusta la morcilla, porque hasta ahora es lo más barato”, señaló el comerciante.
Maquiver Cordones.Aquellos de gustos extremos, prefieren las morcillas bien aliñadas y picantes, acompañadas con varias tazas de arroz. Así como lo aplica el mecánico Martín Salazar, quien ahorita la come más seguido, cuando antes era eventual. Alternativa para los almuerzos junto a los granos.