Osman Rojas | LA PRENSA.- En la semana de la salud mental el venezolano no tiene mucho que celebrar. La escasez de comida y medicamentos, aunado a la galopante inflación y a los altos índices de inseguridad han pegado duro en la cabeza de las personas, según aseguran los especialistas, quienes han visto cómo las consultas psicológicas han aumentado 150% en la red pública.
Olga Peña, psicóloga del centro médico El Pampero, asegura que por semana ve a 25 personas en su consultorio, cifra que alarma si se tienen en cuenta que hasta el año pasado, la media era de 10 pacientes cada cinco días.
“Es muy preocupante lo que vivimos en la actualidad. El estrés del día ha creado desequilibrios mentales, las personas están más violentas, viven sacándole provecho a las cosas y el conseguir comida para muchos se ha vuelto una obsesión. Es lamentable la situación”, aseguró Peña.
La especialista cuenta que los cuadros depresivos también han ido en aumento lo que afecta directamente la salud de las personas, especialmente de aquellos con una enfermedad crónica.
“Cuando se entra en shock la persona pierde el apetito, las ganas y todo. Se aisla y es muy difícil sacarlo de ese estado. Es muy triste decirlo, pero ahora muchos venezolanos se encuentran en esa situación”, resaltó la psicóloga.
Peña contó que la mayoría de personas va a las consultas a buscar orientación, bien sea porque quieren irse del país o porque no encuentran cómo resolver algún problema.
“A las personas les está costando incluso dormir. Hay que tener cuidado y llevar las cosas con calma porque una persona con desequilibrio mental puede cometer una locura producto del desespero”, concluyó.
El sociólogo Armando Castro comparte la opinión de Peña y asegura que la crisis económica que atraviesa ahora mismo el país ha llevado al venezolano a perder la alegría que lo caracteriza.
“Nuestra gente ya no se conoce. Se nos borró la sonrisa y las ganas de ayudar a los demás. La gente anda obstinada producto del desespero. Vivimos en una sociedad problemática”, opinó.